«¡OH, HE VISTO UN LINDO GATITO!»
El 12 de junio de 2020 el SNLE Le Téméraire, de la Force
Océanique Stratégique (FOST), disparó un misil balístico intercontinental (SLBM)
M51 con capacidad nuclear en inmersión desde la costa de la Bretaña que alcanzó
un punto prefijado en el Atlántico Norte situado 650 km de la costa de Puerto
Rico, después de recorrer 6.000 km de distancia. El buque de medición de pruebas
de misiles A601 Monge y dos aviones especialmente preparados, un Falcon
50MS francés y un RC-135S americano, siguieron toda la trayectoria del misil
para controlar todos los parámetros de vuelo. De este modo, la Marine
nationale realizó una nueva prueba operacional del SLBM M51, confirmó la
preparación para el combate del SNLE Le Téméraire, cuarto submarino
nuclear portamisiles (SSBN) de la clase Le Triomphant, después de su
modernización en 2018 en la que se reequipó este misil intercontinental y puso
de manifiesto la disposición y preparación que tiene Francia para usar las
armas nucleares cuando esté en peligro la seguridad del país o de sus aliados.
El presidente Macron enunció en el reciente discurso en la École Militaire
de París de 7 de febrero de 2020 que la capacidad
nuclear francesa no solo garantiza la seguridad del país a través de la
disuasión, sino que, además, “refuerza la seguridad de Europa por el hecho de
existir y que tiene una dimensión auténticamente europea” -véase in extenso la
entrada UN
DISCURSO PARA UNA NUEVA EUROPA QUE CHOCA FRONTALMENTE CON LA REALIDAD de abril
de 2020-. Esto concuerda con su visión estratégica actual, que parte de la
hipótesis de que los Estados Unidos no van a continuar garantizando la
seguridad europea, como lo hicieron durante el período de la Guerra Fría. Es aquí
donde enlaza con uno de los principios fundamentales de la Política Común de Seguridad
y Defensa: seguridad y decisión autónoma
significan construcción de una defensa europea común que, para ser creíble, debe
contener en su seno un sistema de disuasión nuclear propio, porque hay que
partir del hecho de que existen armas nucleares dentro del territorio de la
Unión Europea y que la misma Unión y sus Estados miembros pueden ser atacados
con armas nucleares. Esta es una realidad que no debemos desconocer. Las armas
nucleares que están dentro de la Unión Europea son francesas, pero también hay cerca
de un centenar de bombas atómicas americanas en cinco bases europeas, como
hemos anotado en la entrada LA
FUERZA DE ATAQUE NUCLEAR DE LOS ESTADOS UNIDOS EN 202o de mayo de 2020. Las
armas con las que puede ser atacada se cuentan por miles y están tan cerca como
en el enclave de Kaliningrado, en la frontera con Polonia, o en la península de
Kola, a ciento cincuenta kilómetros de la frontera finlandesa. Pero Francia,
con su Force de Frappe, asegura la existencia de una decisión política
autónoma, lo que se debe al tesón del general de Gaulle, que creó la fuerza
nuclear en 1959, y al esfuerzo de los contribuyentes franceses, que pagan su
sostenimiento y al que no piensan renunciar como enfatizó el presidente Macron
en el discurso citado. El primer objetivo político-estratégico europeo debería
ser convertir esta fuerza en un sistema de disuasión nuclear común, como tratamos
ampliamente en el ensayo “Hacia
la creación de un sistema europeo de disuasión nuclear” de 2005, en pleno debate de la después fracasada
Constitución Europea. Para ello todos los socios europeos deberían aceptar un
proyecto político común con unas bases sólidas que respondan al principio de solidaridad
plasmado en materia de seguridad exterior en la cláusula de seguridad colectiva
del artículo 42.7 del Tratado de la Unión, una estrategia exterior común que se
implemente en todos foros, conferencias y organizaciones internacionales en los
que participen y en la creación de un Consejo de Seguridad Europeo, encargado
de garantizar la posición común de la Unión Europea en el mantenimiento de la paz
y la seguridad y, llegado el caso, sería el órgano encargado de tomar las decisiones
ante un ataque militar o de otro tipo contra los países miembros de la Unión
Europea. Este Consejo debería reunir a las principales potencias europeas,
entre ellos el directorio comunitario, formado por Francia y Alemania, que se
encargaría también de la política de defensa común. Las Fuerzas Armadas
nacionales serían los brazos de la defensa y del poder exterior europeo, construidas
sobre los principios de especialización y complementariedad, de modo que se
evitasen duplicidades que detraen recursos y se expandieran las capacidades
estratégicas ahora en ciernes o escasamente desarrolladas como vigilancia
espacial, transporte estratégico, repostaje en vuelo o sistemas de combate
autónomos de tipo estratégico. Se trata de un proceso irreversible, que va
mucho más allá de la cooperación estructurada u otras formas de colaboración interinas,
pero que realmente no aportan valor a la seguridad y la defensa europeas si no
se aplican conforme al principio de solidaridad, sino por cuotas de contribución
como hasta ahora. Dentro de esta estructura se encontraría la fuerza de
disuasión nuclear europea, francesa en origen, pero financiada por todos los
Estados miembros y subordinada directamente al Consejo de Seguridad Europeo.
Algunos podrán pensar que se trata de una entelequia, de un sueño o de un
objetivo inalcanzable, pero la alternativa es continuar como testigos
silenciosos, lo que resulta extremadamente peligroso en un sistema
internacional globalizado que se desliza rápidamente de un régimen explícito de
estabilidad estratégica a un régimen de autotutela o, en el mejor de los casos,
a un régimen implícito sin reglas claras, sin transparencia y sin medidas de
confianza mutua entre las grandes potencias que luchan por las zonas de
influencia.
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Sigo sin ver una colaboración en defensa en Europa, cada uno va a lo suyo.
ResponderEliminarInteresante.¡Ahora falta que los europeos se pongan de acuerdo!
ResponderEliminarMientras, tanto, desgraciadamente, el SNA Perle sufrió un gran incendio en las instalaciones de mantenimiento de submarinos de Tolón:
ResponderEliminarhttps://www.navalnews.com/naval-news/2020/06/firefighters-battled-the-french-ssn-perle-blaze-for-14-hours/
Los daños internos que sufrió después de 14 horas de incendio lo han dejado muy maltrecho como para que sea reparado.
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