Después de varios años de negociaciones y de anuncios y desmentidos en medios especializados, el 19 de noviembre de 2015 el director general de la corporación estatal Rostej Víctor Chemezov anunció la compra por parte del gobierno chino de veinticuatro aviones de combate Su-35 por valor de dos mil millones de dólares, que serán destinados específicamente a misiones de superioridad aérea. Las principales características de este caza de Sukhoi son la capacidad del sistema de radar para localizar objetivos en modo aire-aire a más de cuatrocientos kilómetros de distancia, la de detección y seguimiento de múltiples blancos al mismo tiempo a distancias superiores a ochenta kilómetros y la de enfrentarse a cualquier adversario potencial con una gran panoplia de misiles aire-aire. De este modo, China se convierte en el primer cliente de exportación del avión de combate más reciente que ha incorporado la Fuerza Aérea rusa –pero en la que representa un paso intermedio hasta la entrada en servicio del avión de combate furtivo del programa PAK-FA Sukhoi T-50 a partir de 2016-. Hay que destacar que la confirmación de esta adquisición se produce en plena escalada de la tensión en el Mar de la China Meridional provocada por la construcción por parte de China de pistas de aterrizaje en varias islas artificiales en el archipiélago de las Spratley –que se encuentran en disputa entre los países del entorno-, lo que ha provocado la más que previsible reacción de los Estados Unidos con el sobrevuelo de aviones militares y la navegación en aguas próximas de buques de guerra de la Armada americana, y al mismo tiempo, en medio de la inesperada intervención militar rusa en Oriente Medio que ha desatascado la guerra civil en Siria a favor del gobierno del Presidente Asad. Estos hechos ponen en evidencia, por un lado, la irreversible pérdida de la hegemonía americana y, por otro, la falta de capacidad del Bloque occidental para resolver conflictos en los que intervienen potencias medias y Estados clientes con intereses económicos y estratégicos divergentes.
El 15 de enero de 2016 se informó en medios rusos que los primeros Su-35 para la Fuerza Aérea del Ejército Popular de Liberación (PLAAF) se entregarán entre octubre y diciembre de 2016.
LA AVIACIÓN DE LARGO ALCANCE INICIA OPERACIONES AÉREAS EN SIRIA
En
el marco de las operaciones aéreas que desarrollan las Fuerzas Armadas rusas en
Siria desde el 30 de septiembre de 2015 en apoyo del gobierno del presidente
Asad, día 17 de noviembre se sumaron a los ataques los bombarderos estratégicos
de la Aviación de Largo Alcance (DA). Según la información oficial aportada
por el alto mando militar ruso, ese día participaron en los ataques aéreos seis
bombarderos Tu-95MS del 184º Regimiento y cinco Tu-160 del 121º Regimiento de
la Guardia de la 6950ª Base Aérea de Engels, en Saratov, que efectuaron el
lanzamiento de treinta y cuatro misiles de crucero, así como catorce bombarderos
supersónicos Tu-22M3 de la base aérea de Mozdok que lanzaron bombas
convencionales contra objetivos del Estado Islámico u otros grupos terroristas
en las provincias de Alepo, Idlib y Raqqa. No obstante, analistas
especializados consideran que durante el primer día de operaciones no
participaron más de tres Tu-95MS y uno o dos Tu-160 que lanzaron un total de veinticuatro
misiles de crucero: dieciséis misiles furtivos Kh-101 –misil de carga
convencional que entró en servicio en 2012 y que en la versión con ojiva nuclear
se denomina Kh-102- y otros ocho misiles Kh-555 –versión con carga convencional
del misil nuclear Kh-55-. El día siguiente, 18 de noviembre, se llevaron a cabo
nuevos ataques por parte de dos Tu-160 que lanzaron entre ocho y doce–las fuentes
difieren en el número- misiles de crucero Kh-555, y otros doce Tu-22M3 que
partieron en dos oleadas de otros tantos aviones desde la base aérea de Mozdok.
El día 19 de noviembre dos Tu-160 y dos Tu-95Ms lanzaron contra objetivos militares
en Siria dieciséis misiles Kh-101 y cinco Kh-555 respectivamente, acompañados
de dos nuevas oleadas de doce Tu-22M3. El día 20 de noviembre dos bombarderos
Tu-160 realizaron en una misión de largo alcance de más de 13.000 kilómetros de
distancia: los bombarderos despegaron de la base Olenegorsk en Olenya, península
de Kola, volaron en dirección al Océano Atlántico, cruzaron el Estrecho de
Dinamarca, bordearon las Islas Británicas y la Península Ibérica y penetraron
en el Mediterráneo por el Estrecho de Gibraltar, donde tomaron la ruta directa
hasta Siria, desde donde fueron escoltados por cazas Su-30SM de la VVS con base
en Hmeymin para lanzar sus misiles Kh-555 y, posteriormente, continuar a través
del espacio aéreo de Irak e Irán –donde fueron escoltados a su vez por cazas
F-14 de la IRIAF- con dirección al Mar Caspio y alcanzar definitivamente la
base aérea de Engels después de un vuelo de dieciséis horas y veinte minutos. Ese
mismo día, otros dos Tu-160 y un Tu-95MS que despegaron desde Engels lanzaron
dieciséis misiles furtivos Kh-101 y seis
Kh-555 respectivamente. Estos ataques fueron acompañados, como en los días
anteriores, por dos nuevas oleadas de bombardeo de doce Tu-22M3 con base en
Mozdok. Precisamente, el día 20 de noviembre se produjo una nueva oleada de
ataque por parte de barcos de guerra de la Flotilla del Caspio que lanzaron
dieciocho misiles 3M-14T contra objetivos militares en las provincias de Alepo,
Idlib y Raqqa –el primer empleo en combate real de los misiles de ataque a
tierra del sistema Kalibr tuvo lugar el 7 de octubre de 2015 contra objetivos
en las mismas provincias sirias- . En el desarrollo de estas misiones de combate
de largo alcance, los bombarderos estratégicos de la DA están apoyados por los
aviones de repostaje en vuelo Il-78 del 203º Regimiento con base en Ryazan. Es
preciso destacar se trata de las primeras misiones de combate real llevadas a
cabo por los bombarderos estratégicos Tu-95MS y Tu-160 de la Aviación de Largo Alcance en su
historia. En el caso de los Tu-22M3 versiones anteriores ya participaron en
operaciones aéreas en las guerras de Afganistán en los años ochenta, en
Chechenia en los noventa y en la Guerra de Georgia en el verano de 2008 donde
fue derribado uno de ellos de la versión de reconocimiento en servicio en la
VVS. Estas misiones de ataque rusas han sido sorprendentes también porque se han
empleado misiles que no se habían empleado hasta ahora o que, incluso, se desconocía
que estaban en servicio o en producción. Los analistas occidentales conocen
estos sistemas de armas y las capacidades por la información de que disponen
pero el estado de producción, la entrada en servicio, las cantidades, la disponibilidad,
la precisión y la calidad de los mismos solo lo conocen los mandos militares
rusos, que, como decimos, han conseguido sorprender a propios y extraños por
las implicaciones estratégicas que tiene el despliegue regular de estos sistemas más
allá de las fronteras de Rusia.
Misiones de bombardeo del 17 de noviembre de 2015. Fuente: Ministerio de Defensa de Rusia.
Misiones de bombardeo del 20 de noviembre de 2015. Fuente: Ministerio de Defensa de Rusia.
Sobre la Aviación de Largo Alcance como componente de las Fuerzas de Disuasión Nuclear de Rusia, véase nuestra entrada LAS FUERZASAÉREAS ESTRATÉGICAS DE RUSIA EN 2012.
Misiones de bombardeo del 20 de noviembre de 2015. Fuente: Ministerio de Defensa de Rusia.
Sobre la Aviación de Largo Alcance como componente de las Fuerzas de Disuasión Nuclear de Rusia, véase nuestra entrada LAS FUERZASAÉREAS ESTRATÉGICAS DE RUSIA EN 2012.
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