... Y ESTALLÓ LA GUERRA

El 18 de marzo aviones de combate y de alerta temprana (AWACS) franceses comenzaron a operar sobre el espacio aéreo de Libia efectuando ataques aéreos contra medios terrestres de las fuerzas militares del régimen de Gadafi. El día 19 de marzo barcos de guerra americanos y británicos lanzaron un ataque masivo con 110 misiles de crucero para destruir sistemas antiaéreos e instalaciones militares y, de esta manera, degradar, los sistemas de defensa aérea libios, la única amenaza plausible para los aviones de la coalición ad hoc. La pregunta que formulamos al inicio de las acciones aéreas internacionales -¿atacarán también a las fuerzas rebeldes cuando con sus acciones pongan en peligro a la población civil?- ya tiene respuesta. La forma de llevar los ataques pone de manifiesto que no nos encontramos ante acciones militares individualizadas, sino ante una operación militar internacional a gran escala para derribar al régimen de Gadafi, lo que está fuera del mandato de la Resolución 1973 del Consejo de Seguridad.
La determinación de las potencias occidentales de acabar con el régimen libio ha causado estupor en Moscú. Así, el presidente de la Comisión de Asuntos Exteriores de la Duma, Konstantin Kosachov, ha declarado que la decisión de Occidente demuestra "con qué fin preciso Francia y Gran Bretaña, y los que están con ellos, manifestaron tanta preocupación con los acontecimientos en Libia (...) Si de lo que se trata es de proteger a la gente, entonces ahora deberían hacer una pausa, pararse y observar cuán seria es esta declaración de alto el fuego y si a esta declaración le siguen hechos concretos". Para Kosachov, "si esto no ocurre, querrá decir que la intención no es ayudar a la gente sino derribar el régimen". En consecuencia, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia ha pedido que cesen los ataques "indiscriminados" contra Libia y recuerda que Moscú "se pronuncia tajantemente en contra de utilizar el mandato de la ONU (Resolución 1973 del Consejo de Seguridad), cuya aprobación constituyó un hecho bastante ambiguo, para conseguir objetivos al margen de sus cláusulas, que se limitan a la protección de la población civil".(http://sp.rian.ru/neighbor_relations/20110320/148554190.html). Por su parte, el Ministerio de Asuntos exteriores chino ha realizado un llamamiento al cese de los ataques y al respecto de la soberanía e integridad territorial libia (http://sp.rian.ru/international/20110322/148566709.html).En términos similares se ha expresado el Secretario general de la Liga Árabe, Amr Moussa, que estima que "lo que está ocurriendo en Libia difiere del objetivo de imposición de una zona de exclusión aérea, lo que queremos es la protección de la población civil no el bombardeo de más civiles." (http://www.lemonde.fr/).
Quizás por ello, el jefe de la Junta de Jefes de Estado Mayor de los Estados Unidos, almirante Michael Mullen ha declarado que el derrocamiento del régimen político vigente no es objetivo de la intervención en Libia (http://www.defense.gov/news/newsarticle.aspx?id=63230).
El Derecho Internacional no autoriza a las Naciones Unidas ni a una coalición de Estados miembros a intervenir en los asuntos internos de ningún Estado; el art.2.7 de la Carta lo prohíbe expresamente, salvo que el Consejo de Seguridad estime que el asunto interno es un quebrantamiento de la paz internacional en cuyo caso puede actuar. En la crisis de Libia el Consejo de Seguridad ha recurrido al argumento de la ayuda humanitaria para intervenir en la guerra civil libia. En realidad, lo que está ocurriendo es que el Directorio está actuando ultra vires y esto es lo verdaderamente grave, porque nos encontramos ante una intervención absolutamente ilegal ejecutada en nombre del Derecho Internacional Humanitario, como si tuviese algo que ver.

Para seguir el despliegue militar: http://www.elmundo.es/elmundo/2011/graficos/mar/s1/fuerzas_armadas_libia.html

PRESIDENT AT WAR...

El Consejo de Seguridad aprobó la Resolución 1973, de 17 de febrero de 2011, en aplicación del Capítulo VII de la Carta por la que autoriza a los Estados miembros a adoptar las medidas necesarias para "proteger a los civiles y las áreas pobladas por civiles que están bajo ataque en Libia " e impone una zona de exclusión aérea en Libia que se extiende a vuelos militares y civiles (disponible en http://www.un.org/spanish/docs/sc/). La Resolución fue aprobada por diez votos a favor y cinco abstenciones, entre éstas los votos de Rusia, China, India, Brasil y Alemania...
Con la aprobación de la Resolución del Consejo de Seguridad y aprovechando la presencia en Madrid del Secretario General de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, el Presidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero ha anunciado el 18 de marzo de 2011 que España participará en la aplicación las medidas coercitivas contra Libia. El Presidente ha enfatizado que "en definitiva, la determinación de la comunidad internacional es inequívoca. Por eso hoy hago un llamamiento al régimen de Gadafi para que cese radicalmente el uso de la violencia contra su pueblo y de paso, tras abandonar el poder (sic), a un cambio democrático en Libia" (http://www.la-moncloa.es/Presidente/Intervenciones/ConferenciasdePrensa/2011/prrp20110318.htm). Para ello ha solicitado al Parlamento la autorización para que las Fuerzas Armadas españolas puedan participar en una intervención militar en el espacio aéreo y marítimo de Libia y ha ofrecido a la coalición ad hoc que se forme una contribución importante por parte de España. En concreto, el Presidente informó que se otorgará permiso a los Estados Unidos para la utilización de las bases conjuntas de Rota y Morón conforme a los Acuerdos de Defensa bilaterales y ofrecerá a la Alianza Atlántica medios navales y aéreos para las operaciones militares. Bien entendido que el gobierno descarta que la intervención militar implique, en ningún caso, el despliegue de tropas en el territorio de Libia -lo que debe entenderse como territorio terrestre porque una intervención naval y aérea supone per se la entrada en el espacio marítimo o aéreo libio-, asunto que, por otra parte, no permite la propia Resolución del Consejo de Seguridad.
Resulta cuando menos llamativo que el Presidente que forzó la salida de las tropas españolas de Irak en 2004, por convicción y por cumplimiento de los compromisos electorales contraídos con la ciudadanía española, ahora se postule entre los primeros en imponer el uso de la fuerza contra el régimen libio, eso si para salvaguardar los derechos humanos del pueblo libio y, de paso, forzar un cambio de régimen político. Así no estaba descaminado el Ministro de Asuntos Exteriores libio Musa Kusa cuando afirmaba el 18 de marzo que la Resolución del Consejo de Seguridad supone "una violación de la soberanía de Libia" porque, ¿qué es lo que importa: los derechos humanos o forzar un cambio a un gobierno más proclive a los intereses occidentales?

Precisamente, el 18 de marzo el portavoz de la Alianza Atlántica, Oana Lungescu, declaró que la Alianza está preparada para una operación militar internacional contra Libia (http://www.nato.int/cps/en/natolive/index.htm). Por su parte, el Viceministro de Defensa de Rusia, Vladímir Popovkin, ha anunciado que las Fuerzas Armadas rusas no participarán en las operaciones militares contra Libia (http://sp.rian.ru/international/20110318/148546665.html).

Para tirios y troyanos recomiendo encarecidamente el artículo de la profesora Araceli MANGAS MARTÍN: "Intervenir militarmente o no en Libia" (El Mundo, 17 de marzo de 2011), disponible en http://www.usal.es/webusal/node/8062
Una crítica directa a la incoherente posición de la Liga Árabe y sus Estados miembros (piden una intervención militar en Libia pero que actúen las potencias occidentales, en Florentino PORTERO: "El Consejo de Seguridad y la cuestión libia", Libertad Digital, 18 de marzo de 2011, en https://correoweb.ccti.ull.es/index.php?url=https%3A%2F%2Fcorreoweb.ccti.ull.es%2F

Video de la comparecencia del Presidente Rodríguez Zapatero con el Secretario General de Naciones Unidas Ban Ki-moon: http://www.la-moncloa.es/Presidente/Actividades/ActividadesNacionales/2011/180311DeclaracionPresidenteONULIbia.htm
La comparecencia pública de la Ministra de Defensa Carmen Chacón en la Base Aérea de Cuatro Vientos (Madrid) en http://www.la-moncloa.es/ServiciosdePrensa/NotasPrensa/MDE/2011/180311DefensaAviacion

EXPANSIÓN ACELERADA DE LA MARINA DE GUERRA RUSA

El Primer Ministro Vladimir Putin anunció a primeros de febrero que el Programa Estatal de Armamentos 2011-2020 estará dotado con 475.000 millones de dólares, un cuarto destinado a la mejora e incremento de las capacidades de combate de la Flota del Pacífico. En el marco de este programa el Viceministro de Defensa Vladimir Popovkin informó el 25 de febrero de 2011 que la Marina de guerra contempla la incorporación de 20 submarinos nucleares y convencionales, entre ellos 8 SSBN, 35 corbetas y 15 fragatas, además de otras 30 unidades navales no especificadas y entre las que se incluyen 4 portahelicópteros comprados a Francia.
Las prioridades en la incorporación se centran en la Flota del Mar Negro con 18 unidades de superficie y submarinas en los próximos diez años (fragatas Pr.11356 y 22350, buques de desembarco Pr.11711 y submarinos SSK Pr.636) y en la Flota del Pacífico que debe incorporar nuevos SSBN Pr.955 Borei, portahelicópteros importados y grandes barcos de combate de superficie (reactivación de cruceros nucleares Pr.1144 e incorporación de Pr.1164 de la Flota del Mar Negro). Como desarrollo de este programa el pasado mes de enero se procedió a la botadura en los astilleros Sevmash del K-550 Alexander Nevsky, segunda unidad de la clase Borei, cuya entrega a la Marina de guerra está prevista a finales de 2011. Al mismo tiempo, se encuentran en diferentes estados de construcción dos unidades: el Vladimir Monomakh y el Svyatitel Nikolai. Estos SSBN se destinarán a las Fuerzas Estratégicas de la Flota del Pacífico con base Petropavlosk-Kamchatky para reemplazar a los 667BDR que se encuentran al final de su vida operativa. Unidades adicionales del Pr.955 se entregarán a la Flota del Norte hacia el final de la década.
El desarrollo acelerado de las capacidades de combate de la Flota del Pacífico pone de manifiesto que Rusia quiere desarrollar un papel de gran potencia en lo que se ha denominado "el gran juego de poder en el Océano Pacífico" (http://www.newsweek.com/2011/02/06/moscow-s-armada.html). China, pero también Japón, deben saber que Rusia está dispuesta a ejercer el control de sus espacios territoriales en Extremo Oriente y que para ello actuará por sí misma cuando sea necesario incluido el uso de la fuerza. Pero, más allá, Rusia también se concertará con los Estados Unidos para el mantenimiento del equilibrio en la región con lo que podemos estar asistiendo a la creación de un sistema bipolar regional en el área del Pacífico. Para los Estados Unidos este acuerdo forma parte de la gran política de contención a China que se inició hacia el final de la Administración Bush.

K-550 Alexander Nevky, Sevmash, Severodvink, enero de 2011.