Portaviones chino Liaoning.
Portaviones indio Vikramaditya
Y el programa chino no parece quedarse ahí, puesto que ya trabajan en una
primera generación de portaviones convencionales que daría paso en la próxima década
a un programa de portaviones de propulsión nuclear (F.S. Gaddy: “Aircraft
Carriers and Chinese Missiles: time to rethink the US Naval Doctrine”, Huffington Post, 21 de enero de 2011, en
http://www.ewi.info/aircraft-carriers-and-chinese-missiles-time-rethink-us-naval-doctrine).
Pero, la pregunta es tentadora: ¿qué ha hecho Japón? Pues el pasado 6 de agosto
tuvo lugar la botadura en los astilleros IHI Marine de Yokohama del
eufemísticamente denominado “destructor portahelicópteros” Izumo, el mayor buque de guerra construido en Japón desde el final
de la Segunda Guerra Mundial, que debe entrar en servicio en marzo de 2015. Seguramente
no por casualidad el nuevo portaviones japonés rememora el del buque de guerra
que izaba la insignia del almirante de la flota japonesa que invadió China en
1930.
Portaviones japonés DDH-183 Izumo.
Por su parte, el gobierno australiano anunció su intención de dotarse de buque de asalto anfibio con capacidad para portar helicópteros y aviones de ala fija, de modo que el Primer Ministro Ron Howard firmó en Melborune el 9 de octubre de 2007 el contrato para la adquisición de dos LHD a los astilleros estatales españoles de Navantia: los LHD Canberra y Adelaide (información en http://www.revistanaval.com/archivo-2004-2011/2-2007-10-09-navantia-tenix-awd-lhd-Australia). La primera unidad se botó el 23 de septiembre de 2009 y llegó a Australia en octubre de 2012 para terminar añadir el puente, equipos y armamento, estando prevista la entrada en servicio en 2014.
Portaviones LHD 02 Canberra
Frente a los que propugnan la incontestable hegemonía económica y también
militar de China (así, por ejemplo, M. Trigo Chacón: “China: su hegemonía
económica y pronto también naval”, Revista
General de Marina t.265, julio de 2013, pp. 67-83, en http://www.portalcultura.mde.es/documentos/Publicaciones/Revistas/_PasaPaginas_/REVISTA_GENERAL_MARINA/REVISTA_GENERAL_DE_MARINA_JULIO_2013/index.html#/68/),
como decíamos recientemente “una sola mirada a los números (sin poder obviar
la extraordinaria brecha tecnológica que separa a uno y a otros) impone una
visión realista de las cosas: a pesar de las restricciones presupuestarias para
contener el déficit público, la primera potencia aeronaval global mantiene diez
grupos de combate de portaviones, con sus correspondientes escoltas de cruceros
y destructores y submarinos de ataque, que embarcan diez alas aéreas que
acumulan más de 1.000 aviones y 540 helicópteros (aparte las fuerzas aéreas del
Cuerpo de Marines); pues bien, seis grupos de combate se encuentran asignados a
la Flota del Pacífico. No es preciso que acudamos a los grandes teóricos de la
supremacía del poder naval para entender que los Estados Unidos no tienen
oponente presente ni en un futuro cercano que les pueda disputar su supremacía
militar” (Auge de China y poderío global americano”, Columna de Opinión ANEPE,
25 de septiembre de 2013, en http://www.anepe.cl/2013/09/auge-de-china-y-poderio-global-americano/).
Pero el poderío militar es un instrumento más de la gran política de contención
que imponen los Estados Unidos en el Asia-Pacífico creando un auténtico cerco
militar sobre China: de norte a sur, reafirman las antiguas alianzas militares
con Corea del Sur, Japón y Taiwán, crean nuevos acuerdos de seguridad con
Singapur, Tailandia, Filipinas, Indonesia y Australia, y hacia el océano
Índico, consolidan relaciones estratégicas con la India y convierten a Afganistán
en un nuevo protectorado militar americano. El norte es la zona de influencia
rusa, su indiscutido “espacio cercano”, y Rusia siempre se concertará con los
Estados Unidos para mantener sus fronteras actuales (no hemos hecho mención intencionadamente a los nuevos portahelicópteros de construcción francesa que recibirá la Flota rusa del Pacífico a partir de 2015, véase la entrada COMO HA CAMBIADO EL CUENTO, del mes de junio de 2013, http://ullderechointernacional.blogspot.com.es/2013_06_01_archive.html). En un nivel inferior,
tanto Japón como la India juegan sus movimientos en función de los acuerdos de
seguridad que mantienen con el bloque occidental: desde la llegada al poder del
Primer Ministro Shinzo Abe constituye una prioridad la abrogación de las
limitaciones constitucionales en materia de seguridad que van de la mano del
reforzamiento de la alianza militar con los Estados Unidos; en el caso de la
India, será quien terminará desafiando la eventual expansión china hacia el
sur, y en esta oposición contará con el apoyo decidido del bloque occidental y
de Rusia. Parece, por tanto, que el auge chino concierta a sus oponentes y
posibilita la formación de una coalición preventiva organizada por los Estados
Unidos decidida a mantener a China en una posición subordinada en el sistema internacional.
"Porque te mereces todas las estrellas del cielo..."