El Departamento de Estado americano ha publicado los
datos de los arsenales nucleares estratégicos de las dos grandes potencias a 1
de septiembre de 2018 conforme a las cláusulas de información contenidas en el
Tratado de Reducción de Armas Estratégicas (Nuevo START) firmado en Praga el 8 de abril de 2010. Conforme
a los datos más recientes los Estados
Unidos disponen de 1.398 ojivas nucleares, 800 vectores de lanzamiento
entre misiles basados en tierra (ICBM), misiles lanzables desde submarinos
(SLBM) y bombarderos estratégicos y 659 sistemas desplegados. Las cifras en el período anterior -5 de febrero de 2018- eran de 1.350 ojivas nucleares, 800 y 652
lanzadores totales y disponibles respectivamente. En términos porcentuales,
supone que han incrementado el número de ojivas estratégicas un 3,5% y los
sistemas de lanzamiento desplegados un 1,07%, y mantienen el máximo que
autoriza el Tratado para todos los sistemas, desplegados y no desplegados, lo que no es casual y ha sido discutido por Rusia que considera que de esta manera se enmascaran sistemas operativos bajo la condición de sistemas "de entrenamiento", clasificación no prevista en el Tratado. Por
su parte, Rusia dispone de 1.420
ojivas nucleares estratégicas, 775 sistemas de lanzamiento, de los cuales 517 se
hallan desplegados en la actualidad. En el período anterior eran 1.444, 779 y 527
respectivamente. Esto significa que Rusia continúa con las reducciones en los
tres ítems regulados por el Tratado: 1,6% menos de ojivas nucleares, 1,90%
menos de sistemas de lanzamiento desplegados y 0,51% menos en los sistemas
totales, pero hay que tener en cuenta que está reducción es puntual ya que está previsto que a finales de 2018 o en 2019 entre en servicio el cuarto SSBN Borei, equipado con 16 SLBM R-30 Bulavá (SS-N-32 en nomenclatura OTAN). Como indicamos en la entrada anterior sobre este tema, las dos superpotencias
nucleares cumplieron con los límites que
establece el propio Tratado START a la fecha de entrada en vigor de los
mismos, el 5 de febrero de 2018, y que son 1.550 ojivas nucleares, 800 sistemas
de lanzamiento y 700 sistemas desplegados, lo que pone de manifiesto la
voluntad de ambas superpotencias nucleares de cumplir con uno de los
instrumentos jurídicos más importantes para el funcionamiento del sistema de
estabilidad estratégica. Esto es así porque cualquier alteración o incumplimiento del
Tratado START en vigor sería percibido de inmediato por la otra parte como el
inicio de un período de escalada, que hasta ahora ninguno de los dos se ha
permitido iniciar, a pesar del conflicto de Ucrania, la disputa por la
reintegración de Crimea o la intervención de ambas partes en la guerra civil en
Siria. Seguir dentro del paradigma realista,
pese a la enorme crisis sistémica, demuestra que dos de las tres grandes
potencias conocen el alcance de la contención impuesta por el “tratado de los
tratados”, límite al que llegaron hace casi ocho años los Estados Unidos y
Rusia, con resultados más que satisfactorios. Esto revela la importancia de la contención impuesta por los tratados
internacionales en vigor que, de momento, mantienen el régimen estratégico
entre las dos superpotencias nucleares evitando la escalada, una nueva carrera de armas de destrucción en masa y, en definitiva, el riesgo de un intercambio nuclear de consecuencias catastróficas, como hemos anotado en la entrada anterior.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Estimado Luis, muy interesante y preocupante la situación, luego que la administración norteamericana ha señalado que desahuciaría en Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares de Alcance Medio. Estaremos muy pendientes de los sucesos venideros para dilucidar hasta dónde se llegan estas retóricas. Saludos
ResponderEliminar