GROM-23: EJERCICIO DE GUERRA NUCLEAR GLOBAL

En medio de intensos combates en Ucrania que tienen como objetivo destruir a las fuerzas militares ucranianas, las autoridades rusas lanzaron un nuevo mensaje de carácter estratégico contra Occidente indicando que las fuerzas de disuasión nuclear están listas para responder a un ataque masivo contra el territorio ruso, sus Fuerzas Armadas o sus aliados. Además, en caso de ataque nuclear la respuesta será inmediata, masiva y destinada a causar daños catastróficos al adversario. Esto es, pura aplicación de la doctrina de empleo de armas nucleares hecha pública el 2 de junio de 2020 y con el alcance y la intencionalidad de devastación reforzadas por sendas declaraciones del presidente ruso, Vladimir Putin, de 24 de febrero de 2022 (discurso anunciando el inicio de las operaciones militares en Ucrania) y de 5 de octubre de 2023 (discurso pronunciado en el Club de Valdai). De este modo, el 25 de octubre de 2023 el presidente ruso dirigió el ejercicio de guerra nuclear GROM-23 (“Trueno”) desde el puesto de mando del Kremlin de Moscú, desde donde estaba conectado con los componentes de la autoridad nacional de empleo de armas nucleares: el ministro de Defensa, general Sergey Shoigú, en el Centro de Gestión de la Defensa Nacional de Moscú y el jefe del Estado Mayor General, general Valery Gerasimov, desde su propio puesto de mando. Acompañando al general Shoigú se encontraba el comandante de la Marina rusa, almirante Nikolay Evmenov. También estaban conectados en línea los jefes operativos de los componentes de la triada nuclear estratégica (naval, terrestre y aérea): los comandantes de las Flota del Norte y del Pacífico, de las Fuerzas de Misiles Estratégicos (RVSN) y de la Aviación de Largo Alcance (ADD) desde sus respectivos puestos de mando. Durante el ejercicio, las RVSN lanzaron un misil balístico intercontinental (ICBM) RS-24 Yars desde un lanzador móvil estacionado en el cosmódromo de Plesetsk, en el norte de la Rusia europea, que alcanzó un blanco situado en el polígono de pruebas de Kura, península de Kamchatka, en Extremo Oriente. Al mismo tiempo, el submarino nuclear portamisiles (SSBN) proyecto 667BDR K-114 Tula, perteneciente a la Flota del Norte disparó un misil balístico intercontinental naval (SLBM) R-29RMU1 Sinevá en inmersión en el mar de Barents, que también batió un blanco en Kura, a más de 6500 kilómetros de distancia. También, dos bombarderos estratégicos Tupolev Tu-95MS de la ADD dispararon misiles de crucero con capacidad nuclear contra blancos situados en el polígono de Pemboy, en la parte occidental de los territorios árticos rusos. Todos los lanzamientos se llevaron a cabo de noche. Significativamente, no participaron los SSBN de la Flota del Pacífico ni tampoco componentes tácticos de la tríada nuclear (como sí ocurrió en el GROM-21, el 19 de febrero de 2022, véase la entrada EL DÍA DEL TRUENO: GROM-21, EJERCICIO DE GUERRA NUCLEAR GLOBAL, de febrero de 2022). Por tanto, GROM-23 fue un ejercicio normal, se ejecutó en las fechas previstas conforme al plan de adiestramiento anual de las Fuerzas Armadas rusas y los medios empleados fueron idénticos a los de la importantísima edición anterior (el GROM-22 se ejecutó el 26 de octubre de 2022, véase la entrada EJERCICIO GROM-22. RACIONALIDAD Y PODERÍO NUCLEAR EN EL CONTEXTO DE UN CONFLICTO CONVENCIONAL, de octubre de 2022). Es decir, no hubo acciones que “se salieran del guion”. En consecuencia, formaban parte del mensaje disuasivo dirigido hacia los Estados Unidos y la OTAN en el contexto de la guerra en Ucrania: normalidad, preparación y capacidad, pero voluntad de actuar sólo en el caso de recibir un ataque previo. Once días después, el 5 de noviembre de 2023, el SSBN el K-554 Emperador Alejandro III disparó en inmersión en el mar de Barents un SLBM R-30 Bulava durante la fase final de las pruebas estatales para su entrega a la Marina rusa. Es el séptimo SSBN Borey está programado que sea entregado en los últimos días de diciembre de 2023. Con su entrada en servicio se completará la renovación de las capacidades de combate nuclear estratégico de la Flota del Pacífico. Esperemos que los decisores políticos tengan en cuenta las advertencias de Karaganov y se queden en un mero ejercicio intelectual que no trasciendan más allá del mundo de las ideas. La alternativa es una guerra de devastación, probablemente no querida por las partes. 

Lanzamiento de SLBM Bulava en el mar Blanco durante las pruebas del SSBN Emperador Alejandro III, 5 de noviembre de 2023.

Miley Cyrus: “Jolene”.

RUSIA REFUERZA SU CAPACIDAD DE COMBATE NUCLEAR EN LA CUENCA DEL PACÍFICO

El 16 de octubre de 2023 el comandante de la Flota del Pacífico rusa, almirante Viktor Liina, presidió en los muelles de la base naval de Rybachy, situada al sureste de la ciudad militar de Vilyuchinsk, en la península de Kamchatka, la ceremonia de bienvenida del submarino nuclear estratégico (SSBN) K-553 Generalísimo Suvorov, que llegó al Pacífico tras completar la navegación a través del océano Ártico. Con esta incorporación, las Fuerzas Submarinas Estratégicas cuentan con cuatro SSBN clase Borey (proyecto 955) en el área de Pacífico: Alexander Nevsky, Vladimir Monomakh, Knyaz Oleg y Generalísimo Suvorov, asignados a la 25ª División de Submarinos Estratégicos. Estos submarinos cargan un total de 96 misiles balísticos intercontinentales navales (SLBM) R-30 Bulavá (SS-N-32) con una potencia explosiva estimada de 86,4 megatones (Mt), equivalente a 4800 bombas atómicas como la empleada por los Estados Unidos para destruir Hiroshima en agosto de 1945. Además, el quinto SSBN destinado a la Flota del Pacífico, el Alejandro III, está realizando las pruebas de fábrica en el mar Blanco y su entrega está programa en diciembre de este mismo año. Antes deberá ejecutar un lanzamiento de prueba de un SLBM para certificar sus capacidades de combate en caso de guerra nuclear. De este modo, en 2024 se completará la modernización de las Fuerzas Submarinas Estratégicas del Pacífico, que de 1991 a 2015 vivieron una etapa de continua pérdida de capacidades e, incluso, hubo un momento que corrieron el riesgo de desaparecer debido a que los SSBN más modernos con los que contaban eran los de la clase Delta III, construidos entre 1974 y 1982. Más adelante, existen planes para que su número aumente a seis SSBN clase Borey (con otros tantos en servicio en la Flota del Norte) para contar con una flota equivalente al objetivo fijado por los Estados Unidos con la nueva clase Columbia (12 SSBN distribuidos según la regla 60/40 en el Pacífico y en el Atlántico respectivamente) -véase la entrada COMIENZA LA CONSTRUCCIÓN DEL SSBN-826 COLUMBIA, de junio de 2022-. Además, la futura incorporación de los submarinos nucleares de tareas especiales (SSAN) clase Khabarovsk (proy. 09851), que están preparados para cargar y lanzar los nuevos torpedos estratégicos de propulsión nuclear 2M39 Poseidón (Kanyon), una auténtica arma «V» (de Venganza), aumentará mucho más las capacidades de disuasión nuclear estratégica debido a los potenciales efectos devastadores que encierran estas armas -véase nuestro reciente artículo «LA FUERZA SUBMARINA DE LA FLOTA RUSA DEL PACIFICO», de mayo de 2023-. Por tanto, la renovación de las capacidades de combate nuclear de la Flota del Pacífico pone de manifiesto la voluntad de las autoridades rusas de mantener su papel de gran potencia en el área del Pacífico, ejercer el control de los accesos a la Ruta Marítima del Norte y limitar las aspiraciones de otras potencias en el Ártico. Como dice el refrán castellano: a buen entendedor, palabras bastan.

 

“A song about Suvorov”.

CRISIS, CONFLICTOS Y CAMBIOS EN LAS RELACIONES INTERNACIONALES

Es el título de la conferencia que impartí el 13 de octubre de 2023 en el foro universitario «Escépticos en el pub» en La Laguna (Tenerife). En la sesión se habló de cómo el sistema internacional globalizado está en un período de cambio como consecuencia del surgimiento de varias potencias revolucionarias que están disputando el orden internacional establecido, de la velocidad con la que se están produciendo los cambios (y continuará siendo así durante esta década), que no da tiempo a que sean asimilados de forma generalizada, y las perspectivas, cada vez más patentes, de que se produzca un nuevo enfrentamiento decisivo en el que la gran potencia vencedora (la que sea) establecerá un nuevo régimen jurídico internacional (un conjunto de normas, reglas y procedimientos de adopción de decisiones) que se impondrá al resto de actores internacionales durante un largo período de tiempo. La exposición se desarrolló mediante el examen de una línea de tiempo que se extiende desde 1648 con la creación de la sociedad internacional de Estados europeos (soberanos, iguales e independientes) hasta 2023 y en la que se analizan las sucesivas crisis y enfrentamientos entre grandes potencias que, siempre y en todo lugar, terminan con el establecimiento de un nuevo régimen, finalizando con las siguientes reflexiones a modo de conclusiones: la guerra es (y continuará siendo) un recurso a disposición de los Estados para aplicar el poder, en consecuencia como indica el aforismo latino Si vis pacem, para bellum («si quieres la paz, prepárate para la guerra»); la necesidad de mantener alianzas (es decir, tener muchos aliados y que sean fiables); el renovado protagonismo de las armas nucleares, no sólo por la disuasión que generan por su propia existencia entre las grandes potencias, sino porque ahora se abre la posibilidad a su empleo para acabar un conflicto rápidamente (léase tanto los cantos de sirena de los apologetas occidentales de la guerra sin límite como las advertencias del ruso Karaganov, ambos en el contexto de la guerra en Ucrania); un enemigo debilitado puede ser tan peligroso como uno fuerte (sin ir más lejos los casos de Rusia frente a la OTAN o de Hamas frente a Israel por poner los casos más inmediatos en el tiempo); y, conforme a las consideraciones anteriores, no existe ninguna garantía de que no pueda producirse un conflicto bélico de grandes proporciones en un plazo corto de tiempo. Lo veremos y lo estudiaremos. 

 Los limones: “El canto de la sirena”.

INICIO DE CONSTRUCCIÓN DEL PRIMER SUBMARINO NUCLEAR DE BRASIL

El 4 de octubre de 2023 se celebró en los astilleros Itaguai Construçoes Navais de Río de Janeiro la ceremonia oficial de corte del primer acero destinado a la construcción del primer submarino nuclear brasileño del proyecto SN-BR, que probablemente recibirá el nombre de Álvaro Alberto (en honor al vicealmirante que inicio en proyecto del submarino nuclear brasileño). En realidad se trata de una plancha de acero destinada a realizar pruebas de resistencia (Seção de Qualificação) para la producción del casco interior. El programa brasileño para la construcción y puesta en servicio de un submarino de propulsión nuclear se inició en 1976 e incluía la obtención del ciclo completo del combustible nuclear para lograr una total independencia tecnológica y de sostenimiento de un buque de estas características, siguiendo el exitoso modelo francés. Sin embargo, la inestable situación política y económica interna no permitió acometer los programas de desarrollo tecnológico necesarios para alcanzar las capacidades demandadas, de modo que el proyecto no se puso en marcha hasta el siglo XXI. En la primera década Brasil desarrolló su propia tecnología de centrifugación para el enriquecimiento de combustible nuclear como parte de su programa nuclear civil, generando las capacidades necesarias para iniciar el proyecto con garantías de éxito. Como hito tecnológico, en 2018 se puso en marcha un prototipo del reactor nuclear refrigerado por agua (Reator Multiuso Brasileiro o RMB) en el Centro de Investigación Nuclear ARAMAR de Ipero, en São Paulo, que emplea combustible de uranio altamente enriquecido producido localmente. Al mismo tiempo, ARAMAR puso en marcha la construcción de un prototipo de una unidad completa de energía nuclear embarcada. No obstante, para el diseño de un submarino de propulsión nuclear propio fue necesario recurrir a una gran potencia que construyera y explotara submarinos nucleares. Por consiguiente, en septiembre de 2009 se firmó un acuerdo intergubernamental que reguló la colaboración entre el Ministerio de Defensa brasileño y los astilleros franceses de la DCNS para la consecución del denominado Programa de Desarrollo de Submarinos (PROSUB). Mediante este acuerdo, la DCNS (hoy Naval Group) actúa como socio tecnológico del programa del submarino nuclear, pero también del programa de construcción de cuatro submarinos convencionales de la clase Scorpene para la Marina brasileña, de la que es además contratista principal (que forma parte del peaje que debió pagar Brasil para obtener la tecnología naval nuclear). Para ello fue necesario construir un nuevo astillero en Itagui (59% propiedad del Estado brasileño y 41% de Naval Group), donde se construyen los submarinos Scorpene (el primer, S-40 Riachuelo, entró en servicio en la Marina brasileña en 2022). Por su parte, el SN-BR (también denominado Submarino com Propulsão Nuclear, SCPN) es el resultado de la experiencia acumulada en la producción de los Scorpene y la aplicación de tecnologías avanzadas desarrolladas por Francia para su nuevo submarino nuclear multimisión (SSN) de la clase Barracuda (también denominado Suffren, por ser el primer buque de esta clase). Pero, las idas y venidas políticas en Brasil y la insufrible forma de hacer los negocios de Francia (que ha padecido España en muchas ocasiones en el sector de Defensa) implicó nuevos aplazamientos, retrasando la fecha de inicio estimada diez años más (de 2015 a 2025) -precisamente hace prácticamente una década publicamos un trabajo sobre el tema en el IEEE: “BRASIL, EL PRESTIGIO Y EL DILEMA DEL PODER NUCLEAR”, entrada de enero de 2014-. De este modo, el diseño definitivo no fue aprobado hasta noviembre de 2020 y un año después, el 21 de noviembre de 2021, la Marina brasileña firmó el contrato de producción del casco del primer submarino nuclear nacional con los astilleros Itaguai Construçoes Navais. Las características básicas estimadas son unas dimensiones de cien metros de eslora y nueve con ocho metros de manga, reactor nuclear RMB de producción nacional, sistema de propulsión turboeléctrica de un solo eje de 64.000 caballos de potencia y una hélice, velocidad en inmersión de 25 nudos, cota operativa máxima de trescientos cincuenta metros y seis tubos lanzatorpedos de 533 mm. Los principales hitos del programa SN-BR serán: inicio de construcción en 2025, botadura en 2029 (más probable 2031) y entrada en servicio entre 2032 y 2035. Veremos si las autoridades brasileñas son capaces de aplicar los recursos financieros necesarios para sacar adelante el proyecto del SN-BR y convertirse en el octavo país del mundo en contar con submarinos nucleares (dando por hecho que Australia hará lo propio antes en el marco del AUKUS, recibiendo un SSN clase Virginia construido en astilleros americanos en torno a 2030) -véase la entrada AUSTRALIA SE DOTARÁ DE SUBMARINOS NUCLEARES DE ATAQUE DE LA CLASE VIRGINIA, de marzo de 2023-. Su misión será patrullar en las aguas del océano Atlántico y garantizar la soberanía de las extensas aguas brasileñas y su espacio marítimo adyacente, ejercer el control del tráfico marítimo entre Europa y Sudamérica, entre ésta y toda la fachada occidental africana y los accesos a la región marítima antártica, todas zonas del máximo interés en el complejo sistema internacional de las próximas décadas donde predominarán las crisis, los conflictos, la escalada y posiblemente la guerra entre grandes potencias.
Samba do Brasil: “Ey Macalena”.