LAS FUERZAS NUCLEARES DE RUSIA PRUEBAN SU CAPACIDAD DE MANDO Y CONTROL PARA LA GUERRA NUCLEAR

El pasado día 21 de octubre la Fuerza Aérea de los Estados Unidos efectuó el lanzamiento de un misil balístico (ICBM) Minuteman III desde la base aérea de Vandenberg en California, que alcanzó el objetivo programado en algún lugar de las islas Marshall en el Pacífico central después de volar 6.700 kilómetros con una carga inerte. Como comentamos en la entrada anterior del blog, estas pruebas forman parte del programa anual del Mando de Ataque Global de los Estados Unidos para validar la capacidad operativa de la fuerza de ICBM basada en tierra. Pues bien, solo siete días después las Fuerzas de Cohetes Estratégicos de Rusia (RVSN) han respondido con el lanzamiento de un cohete balístico RS-24 Yars basado en silo que se lanzó desde el cosmódromo de Plesetsk, en el norte de la Rusia europea, para alcanzar los objetivos programados en el polígono de Kura, Kamchatka, en el Extremo Oriente ruso. En este caso, la trayectoria de vuelo superó también los 6.000 kilómetros de distancia, aunque el alcance operativo máximo de este ICBM es de 11.000 kilómetros según se recoge en diferentes fuentes abiertas. El mando de las RVSN informó que la prueba ha servido para comprobar la fiabilidad del siguiente lote de cohetes Yars producidos en la planta de Votkinsk que se van a entregar en los próximos años –información que recoge RT- y validar la capacidad de combate de la nueva ojiva de reentrada múltiple que cargan estos cohetes –información que recoge Pavel Podvig en su blog-. La prueba resultó un completo éxito según confirmó el coronel Igor Egórov, portavoz de las RVSN: “hemos alcanzado los objetivos y cumplido todas las metas” programadas para esta ejercicio. Dos días después, el 30 de octubre de 2015, se desarrolló un ejercicio global de guerra nuclear para validar los sistemas de mando y control nacionales que implicó a las RVSN, las Fuerzas Submarinas Estratégicas, la Aviación de Largo Alcance y el Ejército. Según informó el Ministerio de Defensa de Rusia: "durante el ejercicio se ha puesto a prueba la fiabilidad del envío de señales y órdenes de entrenamiento y combate a través de toda la cadena de mando: desde el Centro de Gestión de la Defensa Nacional de la Federación de Rusia hasta los puestos de mando de formaciones y unidades incluidos. Han participado unidades y grandes unidades de la Fuerza de Misiles Estratégicos, las Flotas del Norte y del Pacífico, la Flotilla del Caspio y la aviación estratégica”. Las RVSN realizaron el lanzamiento de un cohete Topol desde Plesetsk que alcanzó el objetivo programado en Kura. Al mismo tiempo sendos submarinos portamisiles de las Flotas del Norte y del Pacífico lanzaron dos SLBM: el SSBN K-117 Bryansk disparó un cohete R-29RM Sinevá en inmersión en el Mar de Barents con destino al polígono de Kura y el SSBN K-223 Podolsk un cohete R-29R desde el mar de Okhotsk, esta vez con destino al polígono de Chiza, al norte de la Rusia europea; ambos cohetes alcanzaron los objetivos programados. Por su parte, la Aviación de Largo Alcance empleó un bombardero estratégico Tu-160 para el lanzamiento de vuelo de misiles de crucero con capacidad de carga nucleare contra los polígonos de Pemboy, en la república rusa de Komi, y Kura. Finalmente, un sistema móvil Iskander disparó un cohete de corto alcance con capacidad nuclear desde Kapustin Yar. Rusia desarrolla estos ejercicios de guerra nuclear global anualmente con la finalidad de validar los sistemas de mando y control desde la cúspide del Poder Político, el Presidente de la Federación, que daría la orden de lanzamiento, hasta los mandos operativos de los diferentes componentes de las Fuerzas de Disuasión Nuclear. Con estas pruebas, las grandes potencias ponen de manifiesto una vez más la importancia absoluta que le conceden a las armas nucleares para el mantenimiento de su estatuto de privilegio en el sistema internacional –parece oportuno recordar que los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de las naciones Unidas son precisamente las cinco únicas potencias nucleares legales, conforme establece el Tratado de No Proliferación Nuclear de 1968- y cómo, con independencia de declaraciones políticas más o menos cándidas sobre la eliminación para siempre de las armas  nucleares, mantienen costosísimos programas de actualización y renovación de sus arsenales estratégicos. Como hemos dicho en otras ocasiones, la fuerza se usa y se continuará usando en las relaciones internacionales y es la teoría realista la que puede explicar de forma adecuada las relaciones entre las grandes potencias porque estas se rigen, invariablemente, por el principio del equilibrio de poder. 



Plesetsk, 28 octubre 2015.



Rusia, 30 de octubre de 2015.

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