LA ARMADA RUSA PRUEBA SU CAPACIDAD DE ATAQUE NUCLEAR ESTRATÉGICO


El 24 de agosto de 2019 dos submarinos nucleares portamisiles (SSBN) de la Flota del Norte rusa, con base en la península de Kola, llevaron a cabo el lanzamiento de sendos misiles estratégicos (SLBM) en inmersión desde algún lugar de océano Ártico y desde el mar de Barents. Los submarinos lanzadores fueron, por un lado, el K-114 Tula, del proyecto 667BDRM Delfín (Delta IV para la OTAN), que disparó un SLBM de combustible líquido R-29RMU2 Sinevá, y por otro, el K-535 Yury Dolgoruky, del proyecto 955 Borey (Borei o Dolgoruky) que lanzó un SLBM de combustible sólido R-30 Bulavá. Según informó el Ministerio de Defensa, ambos misiles alcanzaron con éxito los objetivos que se habían programado en los polígonos de Kura, península de Kamchatka, en el Extremo Oriente ruso, y Chizha en la región de Arkhangelsk, en la Rusia europea. Durante este ejercicio el mando militar ruso ha puesto a prueba las capacidades de los SSBN para moverse bajo el agua sigilosamente, situarse en su posición de disparo y lanzar sus armas, así como las características técnicas y el comportamiento en vuelo de los misiles empleados –sobre el poderío y la fuerza de combate de la fuerza submarina rusa véase la entrada "LAS FUERZAS SUBMARINAS ESTRATÉGICAS DE RUSIA EN 2018" de agosto de 2018–. Este evento ocurre escasamente 22 días después del fin del Tratado de Misiles de Alcance Intermedio (Tratado INF), cuyo abandono anunciaron sucesivamente los Estados Unidos y Rusia el 1 de febrero de 2019 –como dimos cuenta en la entrada “THE GAME IS OVER”: EL FIN DEL TRATADO INF­– y en medio del cruce de propuestas para negociar la extensión del Tratado de Armas Estratégicas vigente (Nuevo START) más allá de la fecha de vencimiento prevista, el 5 de febrero de 2021. Ambas partes están de acuerdo en prorrogar este tratado pero difieren en la forma de hacerlo. Los Estados Unidos quieren un nuevo tratado general que se extienda a todas las armas nucleares en posesión en los arsenales de ambos países y que incluya a China, que es la única gran potencia nuclear que sigue ampliando su arsenal, si bien es cierto, que su ratio de crecimiento es muy moderado y que no existe comparación en la actualidad con los arsenales nucleares americano y ruso, que acumulan el 92% de las armas nucleares mundiales. Por su parte, Rusia prefiere mantener el Nuevo Tratado START, bien en su forma actual prorrogándolo por un periodo inicial de cinco años, y que solo requiere el acuerdo de ambos ejecutivos –recordemos las competencias y el peso que tiene el Senado en la entrada en vigor de los tratados internacionales en el caso de los Estados Unidos–, o negociando su extensión en el tiempo, incluso estableciendo su vigencia indefinida, como lo era el Tratado INF hasta que la Administración Trump decidió denunciarlo y retirarse del mismo. Rusia ha admitido que se puedan incluir los más recientes desarrollos de armas estratégicas rusas, básicamente las que anunció el presidente Putin en el discurso a ambas cámaras del parlamento ruso el 1 de marzo de 2018, como las ojivas hipersónicas para misiles estratégicos Avangard, el misil de crucero de largo alcance Burevestnik y el torpedo estratégico Poseidón, estos dos de propulsión nuclear, según aseguran sus constructores. E incluso ha aceptado la posibilidad de negociar un tratado general que establezca por primera vez un control total o limite el número de ojivas nucleares de todos los tipos que tienen en sus respectivos arsenales. Si esto último se consiguiera significaría la restauración del régimen de control de armas y no proliferación que se ha ido deteriorando progresivamente. Puede parecer sorprendente pero esta idea ha estado en el plan del presidente Donald Trump para presionar tanto a Rusia como a China para que se sienten a negociar. Como hemos visto en otros asuntos, la actual Administración americana aspira a posiciones máximas y para conseguirlo no duda en poner en tela de juicio, denunciar o poner fin a mecanismos, procedimientos o tratados que considera obsoletos. Es cierto que esta manera de actuar causa pavor entre los dirigentes europeos que siempre quieren mantener a toda costa las estructuras existentes y que parece que funcionan, aunque realmente no sea así, y se convierten en “testigos silenciosos”, como hemos dicho en otro lugar, de las decisiones políticas americanas, que aún siendo unilaterales, siempre habrá un Rasmussen o un Stoltenberg que las quiera vender como unánimes, como tenemos en los casos recientes del despliegue de los sistemas antimisiles (ABM) en Europa o la retirada americana del Tratado INF. Esta manera de negociar que no entienden los europeos, ni tampoco los chinos, ya sea dicho de paso, es muy comprensible para la contraparte rusa, que siempre está dispuesta negociar si puede sacar algún rédito. Y para Moscú lo más importante es seguir manteniendo el régimen de estabilidad estratégica basada en los principios de paridad y equilibrio estratégico con los Estados Unidos. Que esté o no China en el Tratado no le es indiferente, en realidad no hará nada para que forme parte del mismo, pero si el mantenimiento del régimen de seguridad estratégica global está en juego, lo aceptará. Los dados están echados, ahora se admiten apuestas.

Jaznĕ že jo.

2 comentarios:

  1. Muy bueno. Congratulations.

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  2. Querido Luis:
    excelente artículo, claro y conciso, en que se ve como se despliega el esquema del equilibrio estratégico. Parece evidente que los EEU no van a llevar a la fuerza ni ejerciendo ninguna clase de presión, tanto a Rusia como a China. Fuera del sistema de regímenes diplomáticos que tan buen resultado les dio durante años, Trump y sus consejeros, inviertan lo que inviertan, están en el camino equivocado, precisamente en el cambio gradual de hegemonía. No se puede gobernar el mundo a golpe de "twit", de improvisaciones y sin diplomacia digna de ese nombre. Mi única esperanza es que en un nuevo golpe de timón, los EEUU cambien bruscamente de estrategia y a abran a la diplomacia concertada hacia un nuevo equilibrio de poder pero, me pregunto, ¿donde están los Kennan, los Kissinger, los McNamara, los Brzezinski...?. EAL

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