El Departamento
de Estado americano ha publicado los datos de los arsenales nucleares estratégicos de los Estados
Unidos y Rusia a 1 de marzo de 2019 conforme establecen las cláusulas de
información del Tratado de Reducción de Armas Estratégicas (Nuevo START)
firmado en Praga el 8 de abril de 2010. Conforme a los datos más recientes,
los Estados Unidos disponen de 1.365 ojivas nucleares y 800 vectores de
lanzamiento entre ICBM, SLBM y bombarderos estratégicos, de los que 656 están
operativos. Los números anteriores eran 1.398, 800 y 659. Por su parte, Rusia
tiene en servicio 1.461 ojivas nucleares estratégicas, 760 vectores de
lanzamientos totales y 524 desplegados. De nuevo, los números del semestre
anterior eran 1.420, 775 y 517 respectivamente –véanse estos datos en la entrada
correspondiente al semestre anterior-. Estas cifras
ponen de manifiesto, en primer lugar, que las
dos grandes potencias nucleares están cumpliendo estrictamente el Nuevo START
ya que se encuentran por debajo de los umbrales autorizados por el Tratado:
1.550 ojivas nucleares, 800 sistemas de lanzamiento en servicio y 700 sistemas
desplegados. En segundo lugar, en ambos casos se han producido leves
variaciones en los materiales regulados aunque destaca que los Estados Unidos
redujeron en 33 sus ojivas nucleares mientras que Rusia las incrementó en 41,
pero manteniendo prácticamente estables los sistemas de lanzamiento tanto
totales -el límite máximo en el caso de los Estados Unidos- como desplegados
bajan 3 para los Estados Unidos y suben 7 para Rusia -en el caso de Rusia los datos más recientes los aportan Kristensen y Korda (2019), en particular su valoración sobre la reducción en el número de las ojivas que cargan los ICBM y SLBM .desplegados para ajustarse al cumplimiento del Tratado.- Es interesante destacar
la estabilidad de los datos aportados en el período que contrastan con la
agresividad dialéctica de los dirigentes y responsables de seguridad nacional
de ambas potencias durante el mismo período en torno al cumplimiento del
Tratado de Fuerzas Nucleares Intermedias (Tratado INF) de 8 de diciembre de
1987 con acusaciones mutuas de violaciones que llevaron al anuncio de suspensión
de su aplicación primero por los Estados Unidos el 1 de febrero de 2019 y al
día siguiente por Rusia, abandono que se hará efectivo si no lo remedian en el
plazo de seis meses. Los argumentos de ambas potencias para justificar la retirada
del Tratado los hemos expuesto en la entrada SE
CONSUMA EL ABANDONO DEL TRATADO INF de febrero de 2019. En ese momento
quedó en el aire la posibilidad de que el Tratado START se vea afectado inmediatamente
por medidas similares. Sin embargo, como hemos argumentado reiteradamente, el START forma parte del conjunto de
acuerdos explícitos e implícitos que mantienen el régimen de estabilidad
estratégica que garantiza la paz y
la seguridad en el sistema internacional global. Su eventual destrucción o
derogación llevaría implícito el peligro del enfrentamiento y en última
instancia el desencadenamiento de una guerra nuclear a gran escala entre ambas potencias
de proporciones catastróficas.
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