CHINA AVANZA EN LA COMPETENCIA ESPACIAL: EL OTV SHENLONG
El
pasado 7 de marzo de 2018 la televisión estatal china CCTV emitió un breve
reportaje animado el que se presentaba el modelo conceptual de un avión
espacial de desarrollo nacional. Según la narración el aparato alcanzaría el estado
en torno a 2030. Desde hace tiempo se tiene información de que la empresa China
Aerospace Industry Corporation (CASIC), que es el segundo constructor
aeronáutico del país, especializado en cohetes, misiles y satélites y que está
subordinado a la Dirección General de Armamentos del Ejército Popular de
Liberación, ha estado trabajando desde hace más de una década en un programa
destinado a la obtención de un vehículo espacial de características similares
al avión espacial X-37 americano. Sin embargo, en lugar de ser transportado al
espacio por un cohete lanzador como en el caso del aparato diseñado y
construido por Boeing, el vehículo chino es cargado y lanzado por un avión
nodriza. De hecho, en 2008 se divulgó una fotografía de un bombardero con
capacidad nuclear Xian H-6 modificado transportando un aparato muy parecido al
X-37B en un soporte ventral. Posteriormente, se difundieron informaciones
acerca de la realización del primer vuelo de planeo atmosférico en 2011.
También por las mismas fechas parece que el aparato se bautizó Shenlong (“Dragón Divino”). Sin embargo,
no está claro hasta dónde ha llegado el desarrollo de este vehículo espacial
reutilizable chino, cuándo podría realizar el primer vuelo espacial, si el
gobierno se ha comprometido a adquirir el vehículo o si se trata exclusivamente
de un programa destinado a validar tecnologías que eventualmente habrían sido
copiadas a los americanos. En todo caso, estas informaciones ponen de
manifiesto que China ha sido capaz de desarrollar un avión espacial
reutilizable –ya estaba trabajando en un nuevo cohete lanzador reutilizable
denominado Chang Zheng (“Larga Marcha”)
8- y que si se acerca a las características del vehículo espacial orbital X-37B
representa una amenaza militar para EEUU. Aquí es donde enlaza con la medida adoptada por el Presidente Trump el 30 de junio de 2017 de volver a crear el Consejo Nacional del Espacio, que se había disuelto en 1993, con la finalidad de
coordinar todos los aspectos del poder espacial uniendo los esfuerzos de los
principales departamentos gubernamentales y agencias implicados afirmando que
estaba dando “una señal clara al mundo sobre el liderazgo de los Estados Unidos
en el espacio”. Como hemos dicho en ocasiones anteriores, las grandes potencias
se juegan en la carrera espacial el mantenimiento de la primacía en el sistema
internacional globalizado y se aseguran que, en caso de enfrentamiento, estarán
en posición de poder inutilizar y destruir la capacidad de mando, control,
comunicaciones, inteligencia y reconocimiento del adversario porque sin satélites
quedan inermes frente al poder demoledor de las armas guiadas de precisión.
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