El
Departamento de Estado americano ha publicado los datos numéricos de los
arsenales nucleares estratégicos de las dos grandes potencias a 1 de marzo de
2017 conforme a las cláusulas de información contenidas en el Tratado de Armas
Estratégicas (START) firmado en Praga el 8
de abril de 2010. Conforme a los nuevos datos los Estados Unidos disponen de 1.411 ojivas nucleares, 820 vectores de
lanzamiento entre misiles basados en tierra (ICBM), misiles lanzables desde
submarinos (SLBM) y bombarderos estratégicos y 673 sistemas desplegados. Las
cifras en el período de referencia anterior –septiembre de 2016- eran de 1.367
armas nucleares, 848 y 681 lanzadores totales y disponibles respectivamente.
Por su parte, Rusia dispone de 1.765
ojivas nucleares, 816 sistemas de lanzamiento de los cuales 523 se hallan
desplegados en la actualidad. Para el período anterior eran 1.796, 847 y 508
respectivamente. En términos porcentuales los Estados Unidos han incrementados
sus ojivas nucleares un 3,21% mientras que Rusia las ha reducido en el mismo
período un 1,72%; ambas potencias han reducidos los sistemas de lanzamiento un
3,30% y un 3,66% respectivamente, mientras que los Estados Unidos han reducido
un 1,17% los vectores desplegados, y por su parte Rusia los ha incrementado
casi un 3%, en concreto 2,96%. Respecto a los límites que establece el propio Tratado START que se deben alcanzar
al final del séptimo año de la entrada en vigor –que tuvo lugar el 5 de febrero
de 2011-, y que son 1.550 ojivas nucleares, 800 sistemas de lanzamiento y 700 sistemas
desplegados, los Estados Unidos están muy por debajo en el número de ojivas
operativas (-139) y en sistemas desplegados (27), pero superan en 20 vectores
de lanzamiento el límite establecido. En su caso, las Fuerzas Nucleares
Estratégicas de Rusia acumulan mayores incumplimientos: 215 ojivas nucleares y 16
vectores de lanzamiento más que los permitidos, aunque está muy por debajo en lo
que toca a los sistemas desplegados que autoriza el Tratado START (-177). Como
indicamos más arriba, a ambas potencias les queda escasamente un año (febrero
de 2018) para alcanzar los límites establecidos. Sin embargo, esto no será problema
para ninguna de las dos que se encuentran inmersas
en costosos programas de modernización de los diferentes componentes de las Fuerzas
Nucleares Estratégicas, de los que hemos ido dado cuenta periódicamente -en Estados Unidos los programas prioritarios son el nuevo submarino nuclear portamisiles SSBN-X, el misil estratégico conjunto de la Fuerza Aérea y la Armada y el nuevo bombardero estratégico B-21 Raider; en el caso de Rusia, la construcción y entrada en servicio de los submarinos portamisiles de la clase Borei y el SLBM Bulavá, el desarrollo del cohete estratégico pesado Sarmat para las RVSN y los bombarderos estratégicos T-160M2 y, a más largo plazo, el PAK-DA-. En
el cumplimiento estricto del Tratado START III se verifica la concertación cerrada que existe entre las dos grandes
potencias en el mantenimiento del régimen de estabilidad hegemónica que les
beneficia mutuamente.
Véanse al respecto los datos actualizados que aportan Hans Kristensen y Robert Norris en "United States Nuclear Forces 2017", Bulletin of the Atomics Scientists 1, 2017, pp. 48-57, y "Russian Nuclear Forces 2017", Bulletin of the Atomic Scientists núm. 2, 2017, pp. 115-126.
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