DE LAS VELEIDADES TURCAS Y LAS GARRAS DEL AGUILA: RUSIA ENVIA CAZAS SU-35 A SIRIA

Precisamente cuando arrecian las amenazas de los irresponsables gobernantes turcos contra los aviones rusos que operan en el espacio aéreo sirio apoyando a las fuerzas terrestres gubernamentales, el mando de las Fuerzas Aeroespaciales de Rusia (VKS) ha decidido ampliar la cobertura aérea de sus aviones de combate con el envío del caza más moderno en servicio: el Su-35S. La fuerza aérea rusa desplegada en la base aérea de Hmeymim a partir del 19 de septiembre de 2015 incluía cuatro aviones de caza Su-30SM que el mando aéreo ruso considero suficientes para apoyar al resto del despliegue aéreo -cazabombarderos Su-24M y Su-34 y aviones de apoyo aéreo Su-25M- debido a la ausencia de amenazas aéreas en el conflicto civil sirio. Esto fue así hasta que apareció de improviso la Fuerza Aérea turca derribando el 24 de noviembre un bombardero Su-24M y que costó la vida a uno de los dos pilotos a mano de bandas terroristas de la frontera turco-siria. Al margen de consideraciones políticas, de la connivencia del gobierno turco con determinadas facciones de la guerra civil siria y de los intereses propios y de terceros en el conflicto, resulta evidente que dicha acción –que fue calificada de “puñalada por la espalda” por el Presidente Putin-, iba a tener una respuesta inmediata desde un punto de vista estrictamente militar. De inmediato, el mando ruso decidió que las misiones de ataque llevaran escolta de cazas Su-30SM, se posicionó cerca de la costa al crucero lanzamisiles de la Flota del Mar Negro Moskva, sustituido más tarde por el de la misma clase de la Flota del Pacífico Varyag, equipados con el sistema de defensa aérea S-300F y se enviaron por vía aérea baterías terrestres del sistema de defensa aérea S-400 Triumf, el más moderno del arsenal ruso, para dar cobertura antiaérea global a los aviones rusos que actúan desde Hmeymim, que está situada cerca de la costa mediterránea. Sin embargo, debido a la intensidad de las operaciones aéreas que llevan a cabo las fuerzas aéreas rusas en Siria es evidente que los cuatro cazas Su-30SM iniciales no eran suficientes para garantizar la seguridad del despliegue aéreo en combate. Por ello, durante la última semana de enero de 2016 comenzaron a operar en Siria cuatro cazas S-35S pertenecientes al 23º Regimiento de Cazas del Distrito Militar Este .
De este modo, el mando ruso incrementa la seguridad de las operaciones aéreas en la Guerra de Siria –declaraciones del general Konashénkov-, pone a prueba en condiciones de combate reales su plataforma aérea más moderna y, de forma paralela, lanza un mensaje nítido a las veleidosas autoridades políticas turcas, que no cesan en sus amenazas a las fuerzas aéreas rusas -la posición oficial de las autoridades rusas sobre el incidente más reciente ha sido emitida por el general Konashénkov el 1 de febrero de 2016 en el sitio web del Ministerio de Defensa-. Porque el gobierno turco juega un juego muy peligroso: trata de provocar a Rusia, esperando que la Alianza Atlántica vaya en su auxilio. Esto no es más que una manera de tapar la implicación directa que ha tenido en la guerra civil siria y que la intervención militar rusa puso en evidencia. Curiosamente, este gobierno que da órdenes de derribo inmediato de aviones extranjeros por la supuesta violación en su espacio aéreo “durante segundos”, es el mismo que viola persistentemente el espacio aéreo de todos sus vecinos: Grecia, Chipre, Siria e Irak.

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