En sucesivas entradas en este blog en enero de 2011 "¿Una oportunidad inesperada para la integración europea?" y "El Directorio Europeo se impone" (http://ullderechointernacional.blogspot.com/2011_01_01_archive.html, en julio de 2011 "La crisis de la deuda soberana, el euro y los intereses nacionales de los Estados miembros" (http://ullderechointernacional.blogspot.com/2011_07_01_archive.html) y en agosto de 2011 "La Eurozona se impone: la reforma del art. 135 de la Constitución Española" (http://ullderechointernacional.blogspot.com/2011_08_01_archive.html), hemos recogido las reiteradas declaraciones de la Canciller Merkel y del Presidente Sarkozy sobre el significado e implicación que tiene para la integración europea la existencia del euro, ejemplificada en la frase del Presidente Sarkozy en el Foro de Davos en enero de 2011: "Merkel y yo jamás dejaremos caer el euro, jamás" (recomendamos la lectura del original en francés porque es más contundente si cabe; disponible en http://www.elysee.fr/president/les-actualites/discours/2011/41e-forum-economique-mondial.10535.htmll). En febrero de 2011 ambos líderes formularon una declaración conjunta al margen del Consejo Europeo Extraordinario en la que establecieron que "no solo vamos a defender el euro como moneda, sino también como proyecto político"; y poco después del Consejo Europeo Extraordinario de julio de 2011, la Canciller Merkel afirmó que "una Europa sin el euro es impensable" (http://www.abc.es/20110722/economia/abci-merkel-alemania-tiene-deber-201107221143.html). Sin embargo, de nada sirven estas declaraciones en medio de la crisis financiera. El mes de septiembre ha traído consigo una nueva tormenta sobre la deuda soberana de los Estados periféricos de la Eurozona, supuestamente porque Grecia no puede cumplir con sus obligaciones financieras, asunto que, por otra parte, era patente para cualquier analista con dos dedos de frente. Una nueva declaración de ambos líderes de que "Grecia es parte inseparable de la zona euro" no se toma en serio (diario El Mundo, jueves 11 de septiembre, p. 27). De hecho, de forma harto sorprendente, el Secretario del Tesoro americano Timothy Geithner declaraba en una entrevista el mismo día 10 de septiembre que los europeos "tendrán que emplear más fuerza para respaldar sus compromisos" (ibídem). Por ello, nos preguntamos: ¿nos hallamos ante una falta patente de liderazgo político para afrontar la actual crisis? Y no nos resistimos a comparar esta etapa con el período de la caída del Telón de Acero donde los dirigentes políticos tomaron decisiones arriesgadas en aras de un objetivo superior, la reunificación política del continente, y los riesgos no eran menores…
Parece que, al menos en su propio país, si se toman en serio a la Canciller Merkel pues el pasado 29 de septiembre el Bundestag aprobó la reforma del Fondo Europeo de Estabilización Financiera y, por tanto, el incremento en casi el doble de la aportación alemana al mismo hasta los 211.000 millones de euros, por una contundente mayoría de 523 votos a favor de un total de 620 diputados (votaron en contra La Izquierda y algunos diputados de la coalición de gobierno). Como expresó ejemplarmente el jefe del grupo parlamentario de la CDU, Volker Kauder: "tenemos un interés nacional existencial en la estabilidad de Europa y del euro".
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