El 6 de septiembre de 2023 el Mando de Ataque Global de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos (USAF) efectuó el lanzamiento de un misil balístico intercontinental (ICBM) Minuteman III desarmado desde la base aérea y centro de pruebas de misiles de Vandenberg, en California. El misil voló una trayectoria de más de 6700 kilómetros hasta impactar en un punto predeterminado en el atolón de Kwajalein, islas Marshall, en el Pacífico sur -véase el comunicado oficial-. Al día siguiente, el Departamento de Defensa anunció la cancelación de la primera prueba de vuelo del misil hipersónico LRHW desde el centro espacial de Cabo Cañaveral, en Florida. Este tipo de lanzamientos forman parte de las actividades regulares de las grandes potencias nucleares (Estados Unidos, Rusia y también Francia) para certificar sus sistemas de combate nuclear. Además, estas tres potencias nucleares llevan a cabo ejercicios anuales de guerra nuclear en los que se prueban, además de los misiles con capacidad nuclear en sus diferentes versiones y vectores de lanzamiento, los sistemas de mando y control que permiten transmitir las órdenes de lanzamiento y ataque nuclear desde el Poder Político hasta al mando operativo que lleva a cabo la ejecución de la orden. En el caso de los Estados Unidos se trata del ejercicio Thunder de disuasión y ataque nuclear global, en el caso de Rusia el ejercicio GROM de guerra nuclear global y en el caso de Francia, los ejercicios Póker y Minotaur de ataque nuclear desde largas distancias -de todos ellos damos cuenta de forma regular en el blog-. Todas estas actividades, ejercicios y pruebas están destinados a enviar un mensaje de preparación y disponibilidad dirigido hacia sus contrapartes (las otras grandes potencias nucleares) de que la disuasión nuclear funciona, que sus principios básicos se mantienen vigentes y que son una parte fundamental del sistema de seguridad global. Esto es así porque su superestructura es el régimen de estabilidad estratégica, entre los Estados Unidos y Rusia, que junto con el funcionamiento del Consejo de Seguridad, sostiene la paz y la seguridad global. En un mundo cada vez más complejo y en cambio acelerado, solo el mantenimiento del régimen de estabilidad estratégica permite afirmar que los cambios se producirán de forma gradual basados en los principios de la cooperación internacional y de equilibrio de poder. Por el contrario, su puesta en duda, incumplimiento o vulneración (de menos a más) abriría el camino a una nueva carrera de armamentos nucleares (aquí es donde pueden entrar las veleidades anunciadas recientemente por el Reino Unidos en materia nuclear), a su empleo en conflictos entre una potencia nuclear y un Estado no nuclear (porque su uso se considere la forma más “económica” para terminar una guerra al lograrlo de forma inmediata) y en el peor de los casos, a un enfrentamiento nuclear directo entre grandes potencias, cuando una de ellas considere que ya no queda otra opción para cambiar las reglas del sistema internacional, porque ya no le favorecen o no se ajustan a sus objetivos imperiales a largo plazo. Pero, seamos honestos, estos escenarios son propios de las grandes potencias, en los que Europa (a pesar de su grandiosa superestructura jurídica) no tiene nada que decir, porque ni la paz ni la seguridad mundiales son asuntos que pueda ni sepa manejar.
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Será normal el ejercicio pero da escalofríos. Esta es la respuesta al ejercicio de los rusos de la semana pasada.
ResponderEliminarMuy bueno y, cómo no, dejando claro que los europeos somos unos observadores a remolque del imperialismo yanqui.
ResponderEliminarDesde luego, la disuasión nuclear es un elemento indispensable en las agendas de seguridad de las potencias mundiales. Ya en el siglo pasado se creó el término "destrucción mutua asegurada", por el cual se creía que, en caso de guerra nuclear, ninguna potencia beligerante sería capaz de detener las armas nucleares. Eso fue hasta que la creación de los escudos balísticos y sistemas de interceptación de misiles cambiaron las tornas del juego. Hoy día, es tan importante el armamento nuclear como la defensa activa contra el mismo, por no mencionar la importancia que tiene y tendrá la guerra espacial.
ResponderEliminarEstimado Luis, nuevamente agradecido por compartir esta interesante columna. Me preocupa que nuevamente se señale "Europa (a pesar de su grandiosa superestructura jurídica) no tiene nada que decir...". ¿Qué se espera para el resto? Incluye LATAM - AFRICA.
ResponderEliminarUn abrazo.
Muchas gracias por compartir estas informaciones.
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