Este es el título de la comunicación presentada en las XIII Jornadas de Estudios de Seguridad organizadas por el Instituto Universitario Gutiérrez Mellado (IUGM) en Madrid, del 11 al 13 de mayo de 2021, y que este año están dedicadas a una revisión crítica de las estrategias de seguridad española y europea.
La tesis fundamental de la comunicación es que la Estrategia Global sobre Política Exterior y Seguridad de la Unión Europea (UE), aprobada el 28 de junio de 2016, apareció en un contexto de creciente deterioro institucional interno e internacional. En primer lugar, la decisión del gobierno de Londres de sacar a su país del sistema comunitario, denominado Brexit, provocó una crisis en el proyecto político europeo, cuyas consecuencias reales se verán en los próximos años. En segundo lugar, la nueva Administración presidencial de Trump en los Estados Unidos buscó revisar el desequilibrio existente en las relaciones transatlánticas heredado de la época de la Guerra Fría, régimen que no responde ya a sus intereses de seguridad actuales y, por tanto, se muestra cada vez más exigente con sus aliados, europeos y no europeos, en términos de contribución a la seguridad común. En tercer lugar, los retos que plantean las potencias competidoras del sistema internacional globalizado como Rusia, inmersa en un proceso de recuperación de espacios de influencia tradicionales y con una fuerte penetración en áreas alejadas, y la China comunista, que bajo el liderazgo del presidente Xi Jinping está resuelta a desempeñar un papel protagonista en los grandes asuntos mundiales, desarrollando una agresiva política exterior y preparando a sus Fuerzas Armadas para combatir y ganar guerras. El estallido de la crisis de la COVID-19 puso de manifiesto que la UE es una organización política que funciona en tiempos de bonanza, pero que, cuando arrecian las crisis, los Estados soberanos son las entidades que responden mejor, y de forma más contundente, a los retos de seguridad que se plantean. La existencia de intereses nacionales permite activar los recursos del poder estatal para obtener un fin y hacerlo de forma casi inmediata, o sucumbir en el intento, como enseña la historia de las Relaciones Internacionales. Esta es una cualidad de la que carecen las Organizaciones Internacionales, incluida a UE, que no es un supraestado, ni una organización política unificada y que, además, carece de dirigentes que tomen grandes decisiones, como ocurrió en épocas anteriores (particularmente durante la reunificación de Alemania y la caída del Pacto de Varsovia). La comprensión y asunción de esta realidad permitirá reconducir la organización institucional y la acción exterior de la UE. En caso de no hacerlo, continuará teniendo un papel secundario e incluso insignificante en los principales asuntos internacionales en las próximas décadas.
Las Jornadas constan de tres paneles: “I. ¿Una estrategia de política exterior y seguridad europea para un actor global?”, “II. Hacia una actualización de la Estrategia de Seguridad Nacional” y “III. Programa de Doctorado de Seguridad Internacional”. El programa está disponible aquí.
Estimado Luis, muy interesante y, preocupante a la vez que temas vinculados a Seguridad y Defensa se mantengan en segundo plano de las prioridades nacionales. Intentaré estar presente en las Jornadas (Panel II y III)
ResponderEliminarSaludos cordiales.
Enhorabuena por esta presentación.
ResponderEliminarEnhorabuena, Luis.
ResponderEliminarMe ha encantado tu ponencia.
ResponderEliminar