LA ESTRATEGIA ESPACIAL DE DEFENSA DE LOS ESTADOS UNIDOS

Después de poner en marcha el 20 de diciembre de 2019 la nueva Fuerza Espacial de los Estados Unidos (USSF), el 17 de junio de 2020 el Departamento de Defensa publicó la parte pública de la Estrategia Espacial de Defensa en la que se identifican las amenazas y desafíos en el espacio y se establecen los objetivos de la política espacial en el ámbito de la defensa, que son: mantener la superioridad espacial de los Estados Unidos, proporcionar apoyo espacial a las operaciones nacionales, conjuntas y combinadas y garantizar la estabilidad del espacio. El documento consta de dieciocho páginas que se estructura un sumario ejecutivo, tres capítulos dedicados a las condiciones deseables, el contexto estratégico y la aproximación estratégica de la defensa en el espacio, y un apartado de conclusiones, en el que se declara expresamente que es preciso “tomar decisiones inmediatas y duraderas para generar y emplear la capacidad superior de poderío espacial” frente a los posibles competidores. Para lograrlo es preciso “concebir las actividades espaciales como un recurso único del poder nacional y militar e incorporar los principios de la guerra conjunta en las operaciones espaciales”. La Estrategia Espacial de Defensa quiere alcanzar los objetivos estratégicos a través de una priorización adecuada de los recursos y la gestión acertada de los riesgos con la finalidad de promover los intereses nacionales del país en el espacio.

Además, poco a poco se va conociendo la organización de la nueva Fuerza Espacial de los Estados Unidos (USSF), que está bajo el mando del general John W. Raymond. A principios de mes se divulgó un organigrama con tres mandos principales: el Mando de Operaciones Espaciales, resposanble de operar los satélites militares, incluidos los de alerta temprana y los sistemas de comunicación por satélite; el Mando de Misiones Espaciales, del que dependen el Centro de Sistemas Espaciales y Misiles y que será el encargado de adquirir y mantener los sistemas de armas espaciales; y el Mando de Entrenamiento y Preparación, que se ocupará de la preparación y adriestamiento del personal que sirva en la USSF. Quedan pendientes de asignar todavía la Agencia de Desarrollo Espacial y el Mando de Sistemas de Guerra Naval y Espacial, hasta ahora dependiente de la Marina, de modo que el Departamento de Defensa y las diferentes Armas continúan trabajando en las medidas necesarias para conseguir una Fuerza Espacial basada en los principios de eficacia y la agilidad de empleo de los recursos disponibles, enunciados por el presidente Trump, para hacer frente a los retos y a las amenazas al país.

Precisanente, el 15 de julio de 2020, la Fuerza Espacial conjuntamente con la Oficina Nacional de Reconocimiento (NRO) fueron las encargadas de completar la misión NROL-129 que consistió en el lanzamiento de un cohete propulsor de cuatro etapas Minotaur IV de Northrop Grumman Innovation Systems desde la Instalación de Vuelo de la NASA de la isla Wallops (Virginia), que puso en órbita cuatro satélites militares de reconocimiento de características clasificadas. En un comunicado oficial se informó que "la NROL-129 apoya la misión general de seguridad nacional de la NRO para proporcionar datos de inteligencia a los responsables políticos de los Estados Unidos, la comunidad de inteligencia y el Departamento de Defensa".

NROL-129, Wallops Site, 15 de julio de 2020.

De este modo, los Estados Unidos siguen avanzado en la imparable, e inevitable, militarización del espacio, lo que sin ninguna duda generará una reacción por parte de otras potencias comparables que incurrirán en una costosa carrera espacial, previsiblemente no cooperativa, y que en última instancia estará orientada de disponer de capacidades antisatélite para hacer frente a la superioridad militar espacial americana. En esta carrera participan los Estados Unidos, China y Rusia, y el resto simplemente mira expectante los avances que se producen, ya que han quedado descolgados en términos de capacidades, inversión e infraestructuras y la brecha se irá agrandando de forma imparable -véase la entrada LA MILITARIZACION DEL ESPACIO: EL DESARROLLO DE SATÉLITES INSPECTORES POR EEUU Y RUSIA de junio de 2020 y las referencias que ahí se citan-. Aunque parecía impensable hace pocos años, veremos la aplicación del sacrosanto principio de soberanía en el espacio ultraterrestre.

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