El gobierno alemán
anunció el pasado 9 de septiembre por boca del ministro de Economía Wolfgang
Schäuble que, previsiblemente, en 20015 no
necesitará recurrir a emisiones de deuda para financiar el presupuesto federal.
Este anuncio pone de manifiesto dos cuestiones fundamentales. La primera es el éxito
evidente de las políticas de austeridad y contención del gasto público que ha aplicado
la Canciller Merkel desde que llegó al poder en 2005 en coalición con el SPD
del anterior canciller Gerhard Schroeder. La segunda es la fortaleza de la
economía europea y, por ende, de la moneda que le es propia: el euro. Parece,
pues, que se han alejado las dudas sobre la vigencia de la moneda única -recordemos las declaraciones del Directorio europeo en el Foro de Davos en enero de 2011: "Jamás dejaremos caer el euro, jamás" (véase la entrada EL DIRECTORIO
EUROPEO SE IMPONE, en http://ullderechointernacional.blogspot.com.es/2011/01/el-directorio-europeo-se-impone.html)-
y se
avanza ya de forma definitiva a la unión fiscal, bancaria y a la creación de un
mercado de deuda europeo, lo que ha sido una demanda de las potencias
emergentes desde el estallido de la crisis financiera global en 2008. ¿Cómo lo
ha conseguido el gobierno alemán? En primer lugar, con una tasa de empleo
histórica para un país con ochenta y un millones de habitantes -en 2012 el
desempleo ascendió al 7,1% de la población activa-, y un crecimiento económico
estable potenciado por las exportaciones que superaron también en 2012 el
billón y medio de dólares. Segundo, en medio de la supuesta crisis de deuda
soberana que azotaba a los Estados europeos, las emisiones alemanas se
convirtieron en el activo refugio, de modo que en los últimos años el Tesoro Alemán
conseguía tasas de rentabilidad negativa. El resultado ha sido un récord en los
ingresos fiscales y la contención del gasto público que posibilitará que no
haya que emitir deuda pública el próximo año, lo que no ocurría desde 1969. Esto
nos plantea dos reflexiones: ¿se han
dado cuenta el resto de dirigentes europeos y, en concreto los de la Europa
periférica, de cuál es el camino para salir de la crisis económica y financiera?
Y, ¿cuándo se decidirá el Poder Político
alemán a ejercer como poder hegemónico regional? Porque no se puede
permitir que en una situación de enfrentamiento con una de las dos grandes
potencias nucleares del mundo, como es Rusia en el conflicto ucraniano, quienes
tomen decisiones importantes sean los burócratas de Bruselas coaligados con los
dirigentes políticos de los Estados pequeños de la Unión Europea. Una de las
máximas del realismo político es que lo bueno de tener poder es llegar a
ejercerlo.
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