NUEVAS AMENAZAS JAPONESAS

El pasado mes de marzo tratamos un acontecimiento gravísimo: la amenaza de derribo de un cohete de otro país sin que exista estado de guerra, agresión inminente o amenaza (AMENAZA DE DERRIBO DE UN COHETE DE OTRO PAÍS: http://www.ullderechointernacional.blogspot.com.es/2012/03/amenaza-de-derribo-de-un-cohete-de-otro.html). Ante el anuncio de Corea del Norte de lanzar un cohete Unha-3 entre los días 12 y 16 de abril con la finalidad de poner en órbita un satélite de comunicaciones, el Ministro de Defensa japonés anunció la activación de los sistemas de defensa antimisiles con la intención de derribar el cohete si sobrevolaba el espacio aéreo de Japón. Se trataba de la primera vez que un gobierno anunciaba abiertamente una medida de este tipo.
Pues bien, ante el anuncio del gobierno norcoreano de efectuar el lanzamiento de un cohete destinado a colocar en órbita un satélite científico entre los días 10 y 22 de diciembre de 2012, las autoridades japonesas han anunciado que interceptarán el cohete en el caso de que sobrevuele el espacio aéreo japonés. Para ello han activado los sistemas de defensa antimisiles basados en satélites de reconocimiento, estaciones de seguimiento terrestres y las capacidades de combate de los destructores de la clase Kongo y los misiles antiaéreos Patriot PAC-3. En concreto, la Armada japonesa ha enviado al Mar de la China Meridional y al Mar del Japón los destructores Aegis Kongo, Myoko y Chokai lanzadores de misiles con capacidad antimisiles balísticos Standard SM3, y se han desplegado baterías de misiles antiaéreos Patriot en la capital, en las bases militares de Naha y Chinen (Okinawa) y en las islas Ishigai y Miyakojima.
Con este tipo de anuncios oficiales y de medidas, que son secundadas por el gobierno surcoreano, se pone de manifiesto que ni unos ni otros se fían de que el cohete tenga una misión científica.
Debemos recordar que la prueba nuclear norcoreana de 25 de mayo de 2009 estuvo precedida por el lanzamiento de un cohete balístico el 5 de abril anterior. Ambas acciones fueron interpretadas como una grave amenaza a la seguridad regional y supuso la condena generalizada en la Resolución 1874 (2009), de 12 de junio de 2009, del Consejo de Seguridad con el endurecimiento de las sanciones internacionales porque se sospechó que el cohete se pudo usar con fines militares para probar una ojiva nuclear (la Resolución del Consejo de Seguridad se puede consultar en http://www.un.org/es/comun/docs/?symbol=S/RES/1874%20(2009).  Pero no se puede perder tampoco la perspectiva de que americanos y japoneses aprovechan cualquier ocasión para validar las nuevas capacidades desarrolladas para la Defensa Antimisiles que debe proteger el territorio continental de los Estados Unidos, a Europa occidental y a los aliados del Pacífico, con ello se trata de demostrar la credibilidad práctica de la promesa de seguridad cuasi-absoluta que otorgan los Estados Unidos a quienes se mantienen firmes en su bloque y, también, la debilidad absoluta de aquellos que se quedan fuera.

ADDENDA: El 9 de diciembre diversas fuentes informaron que las autoridades norcoreanas habían suspendido el lanzamiento del cohete anunciado para los días entre el 10 y el 22 de este mes sin especificar los motivos (http://sp.rian.ru/science_technology_space/20121209/155821655.html), sin embargo, el día 12 de diciembre saltó la sorpresa cuando las autoridades de Pyongyang confirmaron que el cohete Unha-3 lanzado desde el polígono de Sohae había colocado en órbita el satélite de comunicaciones Kwangmyongsong-3 que portaba. El gobierno japonés pidió inmediatamente una reunión extraordinaria del Consejo de Seguridad.

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