“NO SE HAGAN ILUSIONES”

En una comparecencia en el parlamento alemán el día 27 de abril de 2017 la Canciller Angela Merkel advirtió que Alemania negociará sin contemplaciones la retirada del Reino Unido de la Unión Europa, que este proceso será complejo y que se impondrán condiciones y que el resultado final será la consideración del Reino Unido como un Estado tercero para la Unión Europea. “Lo que significa que perderá todos sus derechos y privilegios”, en palabras de la canciller. Desde el anuncio del resultado del referéndum británico y la decisión del gobierno del Primer Ministro David Cameron primero, y de Theresa May después, de sacar adelante la retirada del Reino Unido de la Unión, la Canciller Merkel ha asumido personalmente la defensa de los intereses comunitarios que, evidentemente, son cada vez más alemanes, porque el presidente Hollande ha conseguido reducir a Francia a la indigencia política en este proceso. Pero esto no es nada nuevo. Como hemos venido afirmando al menos desde 2009 en diferentes escritos –y en el blog desde 2010- los dirigentes políticos alemanes han aprovechado la oportunidad que les presentó la crisis económica y financiera y la supuesta ruptura del euro anunciada por los más conspicuos economistas anglosajones para avanzar en la Unión Política Europea. Resulta llamativa la determinación de la clase política alemana de proteger a la Unión –así Almut Möller en el número de Política Exterior de marzo/abril de 2017-. En este período, el Reino Unido fue perdiendo protagonismo en la adopción de decisiones, porque las grandes decisiones se tomaban en el marco del Eurogrupo del que no formaba parte, y paralelamente Francia fue reduciendo su protagonismo político de la mano de una cada vez más disminuida presidencia de Hollande. La puntilla la dio el nefasto Primer Ministro Cameron cuando asumió el resultado de un referéndum disparatado y que supone la expulsión del Reino Unido del sistema político continental. Y ante ambos se encumbra, de nuevo, Alemania como potencia dirigente del sistema europeo, quebrándose la regla fundamental de la política exterior británica desde Canning: evitar que surja un poder fuerte en el continente. Por eso la Canciller Merkel puede afirmar que los Estados miembros de la Unión Europea mantendrán una postura conjunta durante el proceso de negociación con el Reino Unido que servirá para fijar las condiciones de la salida del sistema comunitario. De nuevo, el Consejo Europeo de 29 de abril de 2017 recoge el consenso comunitario anunciado por la canciller en el Bundestag.

ARSENALES NUCLEARES DE LAS GRANDES POTENCIAS A 1 DE MARZO DE 2017

El Departamento de Estado americano ha publicado los datos numéricos de los arsenales nucleares estratégicos de las dos grandes potencias a 1 de marzo de 2017 conforme a las cláusulas de información contenidas en el Tratado de Armas Estratégicas (START) firmado en Praga el 8 de abril de 2010. Conforme a los nuevos datos los Estados Unidos disponen de 1.411 ojivas nucleares, 820 vectores de lanzamiento entre misiles basados en tierra (ICBM), misiles lanzables desde submarinos (SLBM) y bombarderos estratégicos y 673 sistemas desplegados. Las cifras en el período de referencia anterior –septiembre de 2016- eran de 1.367 armas nucleares, 848 y 681 lanzadores totales y disponibles respectivamente. Por su parte, Rusia dispone de 1.765 ojivas nucleares, 816 sistemas de lanzamiento de los cuales 523 se hallan desplegados en la actualidad. Para el período anterior eran 1.796, 847 y 508 respectivamente. En términos porcentuales los Estados Unidos han incrementados sus ojivas nucleares un 3,21% mientras que Rusia las ha reducido en el mismo período un 1,72%; ambas potencias han reducidos los sistemas de lanzamiento un 3,30% y un 3,66% respectivamente, mientras que los Estados Unidos han reducido un 1,17% los vectores desplegados, y por su parte Rusia los ha incrementado casi un 3%, en concreto 2,96%. Respecto a los límites que establece el propio Tratado START que se deben alcanzar al final del séptimo año de la entrada en vigor –que tuvo lugar el 5 de febrero de 2011-, y que son 1.550 ojivas nucleares, 800 sistemas de lanzamiento y 700 sistemas desplegados, los Estados Unidos están muy por debajo en el número de ojivas operativas (-139) y en sistemas desplegados (27), pero superan en 20 vectores de lanzamiento el límite establecido. En su caso, las Fuerzas Nucleares Estratégicas de Rusia acumulan mayores incumplimientos: 215 ojivas nucleares y 16 vectores de lanzamiento más que los permitidos, aunque está muy por debajo en lo que toca a los sistemas desplegados que autoriza el Tratado START (-177). Como indicamos más arriba, a ambas potencias les queda escasamente un año (febrero de 2018) para alcanzar los límites establecidos. Sin embargo, esto no será problema para ninguna de las dos que se encuentran inmersas en costosos programas de modernización de los diferentes componentes de las Fuerzas Nucleares Estratégicas, de los que hemos ido dado cuenta periódicamente -en Estados Unidos los programas prioritarios son el nuevo submarino nuclear portamisiles SSBN-X, el misil estratégico conjunto de la Fuerza Aérea y la Armada y el nuevo bombardero estratégico B-21 Raider; en el caso de Rusia, la construcción y entrada en servicio de los submarinos portamisiles de la clase Borei y el SLBM Bulavá, el desarrollo del cohete estratégico pesado Sarmat para las RVSN y los bombarderos estratégicos T-160M2 y, a más largo plazo, el PAK-DA-. En el cumplimiento estricto del Tratado START III se verifica la concertación cerrada que existe entre las dos grandes potencias en el mantenimiento del régimen de estabilidad hegemónica que les beneficia mutuamente.
Véanse al respecto los datos actualizados que aportan Hans Kristensen y Robert Norris en "United States Nuclear Forces 2017", Bulletin of the Atomics Scientists 1, 2017, pp. 48-57, y "Russian Nuclear Forces 2017", Bulletin of the Atomic Scientists núm. 2, 2017, pp. 115-126.