El Jefe del Estado Mayor Conjunto de los Estados Unidos, almirante Michael Mullen, visitó oficialmente Seúl y Tokio los días 8 y 9 de diciembre de 2010 con la finalidad de fortalecer la cooperación en materia de defensa entre Japón, los Estados Unidos y Corea del Sur. El almirante Mullen declaró que en caso de una escala de conflicto en el Pacífico Norte "será imprescindible elevar al estratégico el nivel de cooperación, con la implicación no solo de las Fuerzas Armadas, sino también del gobierno en su totalidad" (http://www.defense.gov/news/newsarticle.aspx?id=62013). Por su parte, el Ministro de Defensa japonés, Toshimi Kitazawa, declaró que las estrechas relaciones entre los dos países no deben limitarse al ámbito político sino que tienen que ser fortalecidas desde la perspectiva de las garantías de seguridad mutuas. La referencia inmediata de estas declaraciones es Pyongyang, pero ¿es Corea del Norte el gran adversario estratégico de los Estados Unidos en la región? ¿Justifican por si solas las recientes acciones coreanas contra el vecino del sur el desarrollo de las mayores maniobras aeronavales de la historia entre los Estados Unidos y Japón (3-10 de diciembre de 2010) que han contado con la participación de 40 buques, 250 aviones y 44.000 militares japoneses y 20 buques, entre ellos el portaviones nuclear "George Washington", 150 aviones y 10.000 militares americanos en el Mar del Japón y el Pacífico Norte? Según analistas japoneses, los ejercicios buscan mostrar la solidaridad entre las tres democracias ante el agravamiento de la situación en la península coreana. Mientras, el responsable de la diplomacia china, Dai Bingguo se reúne con Kim Jong-il en Pyonyang.
En los últimos años, además del mantenimiento de los acuerdos de defensa con Japón, fundamento estructural de la presencia permanente de los Estados Unidos en el Pacífico occidental, Washington ha trabajado con insistencia para reforzar las relaciones con Corea del Sur. El actual Secretario de Defensa, Robert Gates, y su homónimo coreano, Kim Jang-Soo, firmaron el 23 de febrero de 2007 un importantísimo acuerdo por el que los Estados Unidos transferirán el mando de las fuerzas militares en tiempo de paz y de guerra a partir del 17 de abril de 2012. Desde esa fecha, las fuerzas americanas desplegadas en la región actuarán como un apoyo de las fuerzas armadas coreanas en caso de agresión. El acuerdo de defensa se complementó poco después (2 de abril de 2007) con la firma de un nuevo Acuerdo de Libre Comercio entre los dos países.
En la Revisión Cuadrienal de la Defensa aprobada por la Administración Obama el 1 de febrero de 2010 se considera imprescindible para la seguridad de los Estados Unidos el reforzamiento de las relaciones con los aliados clave (documento disponible en http://www.defense.gov/qdr/images/QDR_as_of_12Feb10_1000.pdf). Para ello, los responsables de la política exterior americana deberán revisar las zonas del mundo en las que se encuentran en juego sus intereses geoestratégicos e, incluso, se propone potenciar la cooperación con Rusia para afrontar riesgos comunes a la seguridad global. Por el contrario, en el mismo documento China aparece como un Estado falto de transparencia, un poder que desafía persistentemente la supremacía americana en el sudeste asiático y que afecta de forma directa a sus intereses estratégicos en el Pacífico.
Por tanto, la creciente escalada de desacuerdos en asuntos comerciales, financieros y de seguridad regional hace bastante probable que los Estados Unidos inicien una política de contención con China similar a la que aplicó a la Unión Soviética, en particular a partir de 1971.
Para un análisis de las complejas relaciones de seguridad en la región, recomedamos Balme, S. y Sabbagh, D.: Chine/États-Unis. Fascination et rivalités. Autrement. París, 2008; García Cantalapiedra, D.: "El despliegue estratégico de EEUU, la República Popular China y la seguridad en Asia 2001-2010", UNISCI Discussion Papers, núm. 24, 2010, pp. 83-99; Martín, G.: "EEUU y China: ¿el próximo gran enfrentamiento?", Política Exterior, núm. 137, 2010, pp. 69-84.
Para conocer la estrategia china para superar el cerco americano, véase en concreto el estudio de Liang, Q. y Xiangsui, W.: La guerre hors limites. Rivages. París, 2003.
El cuarto aliado regional de los Estados Unidos, Taiwán, plantea problemas singulares. Sobre la posición de los Estados Unidos ante un conflicto entre China y Taiwán, véase Bush, R. y O´Hanlon, M.: A War like no other: The Truth about China´s Challenger to America. John Wiley and Sons. Nueva York, 2007.
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