El 26 de octubre de 2022 las Fuerzas Armadas rusas llevaron a cabo su ejercicio anual de guerra nuclear GROM-22 ("Trueno", en ruso). El ejercicio tiene como objetivo verificar la preparación de los sistemas de alerta, mando y control rusos para garantizar la respuesta ante un ataque nuclear de un eventual enemigo contra su territorio, sus Fuerzas Armadas o sus países aliados. Por ello, se ejecuta bajo las órdenes del presidente ruso, Vladimir Putin, como jefe del Estado, comandante de las Fuerzas Armadas y cabeza de la autoridad nacional de empleo de las armas nucleares. Como en ocasiones anteriores, Putin estuvo acompañado por el ministro de Defensa, general Sergey Shoigú, y el jefe del Estado Mayor General, general Valery Gerasimov, encargados de transmitir las órdenes a través de la cadena de mando militar hasta los comandantes operativos en sus zonas de operaciones o de despliegue avanzado. En el ejercicio participaron todos los componentes de la triada nuclear estratégica, sin que trascendiera la participación de fuerzas o vectores nucleares de nivel táctico, como si ha ocurrido en ejercicios anteriores, pero es preciso aclarar que tampoco esto una regla. Las Fuerzas Coheteriles Estratégicas (RVSN) dispararon un misil balístico intercontinental (ICBM) RS-24 Yars desde un lanzador móvil situado en el cosmódromo de Plesetsk, en el norte de la Rusia europea. El misil recorrió 6.200 kilómetros hasta impactar en el polígono de misiles de Kura, en la península de Kamchatka. Al mismo tiempo, el submarino nuclear estratégico (SSBN) K-114 Tula lanzó un misil balístico embarcado (SLBM) R-29RMU Sinevá desde una posición en inmersión en el mar de Barents, que sobrevoló territorio ruso hasta batir un blanco programado en Kura. Finalmente, dos bombarderos estratégicos politurbohélice Tupolev Tu-95MS dispararon en vuelo varios misiles de crucero con capacidad nuclear contra blancos situados en el polígono de tiro de Pemboy, en el norte de Rusia. Una vez finalizado el ejercicio el general Shoigú declaró que las fuerzas de disuasión estratégica habían cumplido todos los objetivos programados en el ejercicio. Pero es preciso tener en cuenta que el planeamiento, el anuncio y la ejecución de este ejercicio se ha producido en el contexto de la campaña militar rusa en Ucrania y bajo la presión de la amenaza de empleo de armas nucleares en dicho conflicto, asunto que, por otra parte, tampoco es nuevo, como ya advirtió Putin en la madrugada del inicio de la guerra el 24 de febrero de 2022, sino que se realiza en un escenario bélico complejo de creciente deterioro del frente terrestre para Rusia. Sin embargo, el poder político ruso, en Kremlin para ser más exactos, ha tratado de lanzar una señal de normalidad con la ejecución del Grom en estos momentos. Por un lado, para demostrar que, a pesar de los reveses militares en Ucrania, las Fuerzas de Disuasión Nuclear están listas para actuar contra cualquier adversario que trate de lanzar un ataque masivo contra Rusia y sus Fuerzas Armadas, dando cumplimiento al principio básico en el que se basa la disuasión, es decir, seguir teniendo la capacidad de contragolpe suficiente para causar daños catastróficos a un potencial adversario. Este mensaje va dirigido contra cualquier gran potencia, cuente o no con armas nucleares y, específicamente contra los Estados Unidos, puesto que no debemos olvidar que juntos, Rusia y los Estados Unidos, tienen el 90% de las armas nucleares existentes en el mundo. Ese mensaje también va dirigido contra Kiev, señalando que Rusia tiene la capacidad para ganar la guerra en cualquier momento, realizando para lograrlo un ataque nuclear demoledor contra las Fuerzas Armadas y las instituciones gubernamentales ucranianas, destruyendo toda capacidad de resistencia de forma terrorífica y radical. Pero aquí es donde entra en juego la racionalidad de los decisores políticos de las grandes potencias, que se ve extraordinariamente reforzada por la posesión de las armas nucleares, la amenaza de su existencia y la capacidad de emplearlas, que debe de ser cierta y no dejar lugar a dudas de ello, pero que, al mismo tiempo, cumple su función con su no empleo. Como demostraron los teóricos de las armas nucleares hace mucho tiempo, su mera posesión disuade por el miedo y su perfección radica en que nunca van a ser usadas, porque el agresor no estará dispuesto a asumir el daño que su empleo lleva implícito. Dejemos de lado, la posibilidad de ganar una guerra nuclear (irrealizable en sí misma), la posibilidad de combatir una guerra nuclear limitada sin que haya escalada o ideas tan peregrinas como escalar para desescalar, que ni siquiera están en los documentos de a quienes se atribuye. De nuevo, los dirigentes rusos han lanzado un mensaje dirigido a las dos contrapartes en el conflicto: tenemos el poder y podemos usarlo, ¿nos veremos obligados a usarlo? Si la racionalidad se impone habrá negociación, en caso contrario el curso de la guerra solo puede llevar más daño y destrucción a Ucrania y la amenaza latente de que una gran potencia (con armas nucleares) no aceptará una derrota cuando están en juego sus intereses nacionales. En el caso de Rusia es así porque se juega su propio territorio (históricamente consideran que es así). En el caso de los Estados Unidos sus objetivos ya se han cumplido y no es necesario seguir escalando.
La cosa se va poniendo rara.
ResponderEliminarMuy de acuerdo.
EliminarEnhorabuena, me parece un análisis de lo más creíble y sensato, mucho más de lo que nos transmiten las tv y los pseudo analistas.
ResponderEliminarMuy acertada la conclusión final.
ResponderEliminarQue bonito veremos en el futuro que dirán todos los que defienden el enfrentamiento con la FdR cuando lleguen inevitablemente las negociaciones.
Coincido con Anónimo 1. La contienda va adquiriendo color de hormiga. Ambos bandos están en un punto muerto en sus operaciones, incidiendo en la siempre imprudente locuacidad del Presidente ruso y, esta vez, en el silencio del Presidente ucraniano. La ruptura de la relación franco-alemana añade más incongruencia al contexto, otorgando mayor relieve a las amenazas verbales rusas. Se parece mucho al ambiente de dos semanas antes de la batalla de Dien-Bien-Phu en 1954.
ResponderEliminarEntonces, ¿va a acabar ya de una vez esta guerra? Como los yanquis ya tienen lo que querían.
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo, el planeamiento, el anuncio y la ejecución de GROM-22 se ha producido en el contexto de un "escenario bélico complejo de creciente deterioro".
ResponderEliminarMuy interesante artículo.
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