El 14 de octubre de 2022 se divulgaron los datos actualizados sobre los arsenales nucleares estratégicos de las grandes potencias a 1 de septiembre de 2022, conforme a las cláusulas de información del Tratado de Limitación de Armas Estratégicas (Nuevo START). Este tratado se firmó en Praga el 8 de abril de 2010 por los Estados Unidos y Rusia, entró en vigor el 5 de febrero de 2011, su renovación fue acordada durante una conversación telefónica de los presidentes Biden y Putin el 23 de enero de 2021 y estará en vigor, salvo denuncia previa, hasta el 5 de febrero de 2026. Baste recordar que el Nuevo START establece tres límites cuantitativos estrictos para las dos grandes potencias: 800 vectores de lanzamiento, de los que solo pueden estar en servicio de forma simultánea un máximo de 700, y un tope de 1550 ojivas nucleares. También conviene recordar que, a efectos del tratado, los bombarderos estratégicos cuentan como una unidad, con independencia del número de ojivas que puedan transportar. Finalmente, estos números no indican el volumen total de armas nucleares de cada uno, porque solo se ocupa de las armas estratégicas en los límites y tipos establecidos por el propio tratado -esta información está disponible en la entrada reciente ARSENALES NUCLEARES DE LAS GRANDES POTENCIAS EN 2022, de septiembre de 2022-. Los Estados Unidos contaban a 1 de septiembre de 2022 con 800 vectores de lanzamiento, entre misiles balísticos intercontinentales con base en tierra (ICBM), misiles del mismo tipo embarcados en submarinos (SLBM) y bombarderos estratégicos (mismo número que el año anterior), 659 de ellos operativos (-6) con 1420 ojivas nucleares en servicio (+31). Por su parte, Rusia tenía 759 sistemas de lanzamiento (+17), 540 operativos (+13) y 1549 ojivas nucleares (+1). Por tanto, ambas cumplían estrictamente las limitaciones acordadas, aunque los Estados Unidos estaban, como hemos dicho, en el límite de los sistemas de lanzamiento totales (800 de 800) -los datos del mismo mes del año anterior pueden consultarse en DATOS DE LOS ARSENALES NUCLEARES DE LAS GRANDES POTENCIAS A 1 DE SEPTIEMBRE DE 2021, de noviembre de 2021-. No obstante, el Ministerio de Asuntos Exteriores ruso presentó una queja alegando que las cantidades declaradas por la contraparte americana no se ajustan a la realidad, al no contabilizar sistemas que deberían estar bajo el paraguas del tratado. Además de repetir las reclamaciones anteriores sobre los denominados “silos de adiestramiento” con base en tierra (cuatro en total), categoría que no se contempla en el Nuevo START y que Moscú considera una “reclasificación arbitraria”, también se refiere a 41 bombarderos B-52H y 56 SLBM Trident II que “no puede confirmar” que cumplan las condiciones para quedar fuera del tratado Nuevo START. Como decimos, estas discrepancias no son nuevas, pero ahora presentan un volumen significativo y, en el contexto de crisis actual, podrían ser un detonante para que una de las partes, o las dos, decidieran denunciar la vigencia del tratado y dejar de cumplirlo, como se ha hecho con el resto de tratados de control de armas y medidas de confianza acordados al final de la Guerra Fría -véase LA RUPTURA DEL RÉGIMEN DE ESTABILIDAD ESTRATÉGICA Y LOS POSIBLES ESCENARIOS PARA EL FUTURO, de septiembre de 2019-. De hecho, como hemos repetido en varias ocasiones, el Nuevo START es el último tratado de control de armas nucleares entre las dos grandes potencias (que acumulan el 90% de todas las armas nucleares existentes en el mundo) y, aunque ambas han cumplido hasta ahora estrictamente los límites pactados, pueden tomar un curso de decisión diferente, destruyendo definitivamente el régimen de control de armas nucleares e iniciando una nueva carrera de armamentos en un contexto de recesión económica, crisis político-estratégica y guerra en Ucrania de proporciones incalculables -como hemos escrito recientemente en EL CALLEJÓN SIN SALIDA DE LA GUERRA EN UCRANIA, de septiembre de 2022-. Los dirigentes políticos de las grandes potencias están hablando abiertamente de armas nucleares, de la amenaza de uso y de su uso en la guerra de Ucrania, y a este discurso se han sumado los testigos silenciosos, con declaraciones extremadamente peligrosas sin que demuestren ser conscientes de que lo que está en juego no es solo la paz y la seguridad internacionales, sino la existencia misma de los países que representan. En una época sin líderes políticos de la talla de un Gorbachov, un Kohl o una Thatcher, todo puede suceder, sobre todo cuando dirigentes manifiestamente incapaces hacen caso omiso a aquellos que se esforzaron en crear un mundo más seguro, más benévolo y orientado hacia los ciudadanos. El ejemplo más reciente es el de la canciller Merkel, ya retirada, a la que no le hacen caso ni en su propio país, o un politólogo como Kissinger cuando habla del equilibrio de poder, al que solo los estúpidos no tienen en cuenta. Pues bien, o se pone cordura en las declaraciones que se hacen y en las decisiones que se adoptan o estamos abocados a un desfiladero de la Historia.
Enhorabuena por este nuevo artículo.
ResponderEliminarGracias por compartir esta información.
ResponderEliminarVisto lo visto, ya espero a los extraterrestres
ResponderEliminar¿Y que será de este mundo y de nosotros?
ResponderEliminarMuy bueno. Y poniendo el énfasis en los inconscientes que no se dan cuenta que de sus palabras, actos y decisiones depende el futuro de muchas personas y no solo sus aspiraciones personales y su sed de protagonismo.
ResponderEliminarMi colega y amigo el Dr. Iván Witker ha escrito un artículo impecable sobre la situación actual donde aparece latente la amenaza de uso y el uso de armas nucleares y la compara con la decisión de Truman en el verano de 1945, tema que ha sido muy estudiado por los historiadores y politólogos.
ResponderEliminarAdemás, es una propuesta para razonar sobre la (in)capacidad de los dirigentes políticos para parar una de las guerras más evitables de la Historia.
Enlace: https://ellibero.cl/opinion/truman-y-putin-los-momentos-previos/
Efectivamente, o se pone cordura en lo que se dice o vamos por mal camino.
ResponderEliminarGracias por compartir.
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