Web dedicada a temas de Derecho Internacional, Relaciones Internacionales y Ciencia Política en forma de artículos y comentarios desde la comunidad de la Universidad de La Laguna (Tenerife, España). «Contemplando el centro de la Historia»
LAS FUERZAS DE MISILES ESTRATÉGICOS DE RUSIA PONEN EN SERVICIO EL NUEVO ICBM PESADO RS-28 SARMAT
El 1 de septiembre
de 2023 el director de la corporación espacial rusa Roscosmos, Yury Borisov, informó
que las Fuerzas de Misiles Estratégicos (RVSN) pusieron en servicio los
primeros misiles balísticos intercontinentales (ICBM) pesados modelo RS-28
Sarmat (SS-30 en código OTAN). Antes, el 21 de junio de 2023, el presidente ruso,
Vladimir Putin, declaró que el sistema de armas Sarmat entraría en
servicio “en un futuro próximo”. Llama la atención, entonces, que el anuncio lo
haya hecho el director de Roscosmos, en lugar del propio Ministerio de Defensa.
Pero, hay al menos tres factores que ayudan a comprender el origen de la
información. El primero es que el fabricante del misil Sarmat, Krasmash de
Krasnoyarsk, es una filial de Roscosmos. El segundo es que la agencia espacial
rusa necesita en estos momentos publicidad positiva para compensar la pérdida
de la sonda lunar Luna-25, que se estrelló contra la superficie lunar durante
la preparación de la maniobra de alunizaje, y el fracaso de su programa lunar
preparado pacientemente durante décadas. El tercero es que, en el contexto de
la guerra que libra en Ucrania, cada agencia y departamento del gobierno ruso (también
Roscosmos) tendrá que competir despiadadamente por los recursos financieros en
un escenario donde tienen prioridad las industrias del sector de defensa y el
esfuerzo de guerra. Sea de una u otra manera, o las tres al mismo tiempo, es
evidente que se trata de un evento significativo, en términos de disuasión
estratégica en el contexto del enfrentamiento con Occidente. El Sarmat es un
ICBM de 208 toneladas de peso al despegue lanzable desde un emplazamiento fijo
(silo), con capacidad para transportar diez ojivas nucleares de reentrada
múltiple independiente de gran potencia explosiva y señuelos (ayudas a la
penetración) o varias ojivas hipersónicas Avangard, con un alcance estimado
superior a 10.000 kilómetros, lo que le permite depositar su carga explosiva
(500 y 800 kilotones cada una) prácticamente en cualquier punto de
Norteamérica. En esta misión reemplazará al R-36M Voevoda, que en su momento fue
bautizado por la OTAN como SS-18 Satan, debido a la terrorífica capacidad de
destrucción del primer ICBM pesado soviético, en un período que se denominó
justamente como “la segunda Guerra Fría” con una carrera desbocada por la
supremacía militar. Esa época desapareció, pero las armas nucleares de los
Estados Unidos y de Rusia continuaron en servicio, activas, cumpliendo su
función, que no es otra que garantizar la paz y la seguridad evitando un
enfrentamiento militar directo entre grandes potencias. Sin embargo, el sistema
de seguridad europeo ha dado un giro de 360º: se vuelve a hablar de Guerra Fría
(ya sería la tercera, por lo menos), de que Rusia ha roto con Occidente, vemos
sus fuerzas militares combatir de forma despiadada en Ucrania por asegurar sus
fronteras occidentales (¡Siempre Occidente!), a los Estados Unidos dirigiendo
los hilos de esta guerra y preparando el próximo enfrentamiento con la China
comunista y a una Europa inane, sumida en una guerra que no es suya sino por
delegación, pero que está pagando (y lo seguirá haciendo durante mucho tiempo),
incumpliendo la famosa regla de la tienda de porcelana, que proclamó el
secretario de Estado americano, Colin Powell: “el que la rompe la paga”.
Mientras tanto, el Ministerio de Defensa ha anunciado planes para poner en
servicio unos 50 misiles Sarmat en dos divisiones de misiles estratégicos
(13º División de Dombarovsky, oblast de Oremburgo, y 62ª División de Uzhur, krai
de Krasnoyarsk, donde se han activado los primeros misiles en el 302º
regimiento) ubicadas muy en profundidad en el interior del territorio ruso, preparadas
para cumplir su misión fundamental: garantizar supervivencia de Rusia en el peor
escenario al que se pueda ver enfrentado, una guerra con la OTAN. Por
tanto, se equivocan aquellos que juegan juegos que no se pueden ganar: ganar
una guerra existencial a una gran potencia dotada del mayor arsenal nuclear
mundial.
Enhorabuena. Muy bueno y muy claro.
ResponderEliminarEsto es una locura.
ResponderEliminarBuen artículo. La tríada nuclear de Rusia funciona. Las armas nucleares ejercen una disuasión definitiva en la politica real.
ResponderEliminarUno adecenta y limpia su casa cuando espera visita. La disuasión ha funcionado por largo tiempo, la guerra de atracción también. El seguidismo de Europa en aspectos de política exterior permite a los USA saltarse la disuasión y desgastar a todos en Europa. Quien gana y quien pierde...?
ResponderEliminarMuy buen artículo. Gracias por compartir.
ResponderEliminarQue miedo da esto. A la espera de la contramedida de EEUU.
ResponderEliminarUna lástima que haya armas nucleares 🤷🏼♀️
ResponderEliminarGracias por tus artículos, siempre muy interesantes.
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