El Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia publicó, por primera vez, el 24 de mayo de 2021 los datos numéricos sobre su arsenal nuclear estratégico, aludiendo a la aplicación de las disposiciones de transparencia e intercambio de información establecidas en el Tratado de Reducción de Armas Estratégicas (Nuevo START) de 8 de abril de 2010, tal y como ha estado haciendo el Departamento de Estado americano desde 2011 -véanse todas las entradas recogidas en el blog desde la fecha inicial de entrada en vigor del Tratado el 5 de febrero de 2011 hasta la más reciente: ESTADO DE LOS ARSENALES NUCLEARES DE LAS GRANDES POTENCIAS A MARZO DE 2021, de abril de 2021-. Es preciso recordar que el Nuevo START establece unos límites sencillos pero estrictos: 1.550 ojivas nucleares estratégicas, 800 sistemas de lanzamiento -misiles con base en tierra (ICBM), lanzables desde submarinos nucleares portamisiles (SLBM) y bombarderos pesados-, de los que solo 700 pueden estar en servicio al mismo tiempo. Conforme a los datos publicados por Moscú, a 1 de marzo de 2021 las Fuerzas Nucleares Estratégicas de Rusia tenían 767 vectores de lanzamiento desplegados y no desplegados, de los que 517 estaban en servicio operativo equipados con un total de 1.456 ojivas nucleares estratégicas. Por su parte, afirma que los Estados Unidos mantenían el máximo de 800 sistemas de lanzamiento (+33 respecto a Rusia), de los que 651 estaban activados (+134) con 1.357 ojivas nucleares (-99). Estos datos suponen que, a pesar de las críticas mutuas sobre el estatuto de los sistemas no desplegados y los denominados “silos de formación”, que sostiene Washington más allá de la letra del Tratado según la parte rusa -veáse "Moscú acusa a Washington de violar el tratado START-3", en Interfax, 24 de mayo de 2021-, ambas grandes potencias nucleares se mantienen dentro de los límites acordados que entraron en vigor el 5 de febrero de 2018, y cuyo cumplimiento han decidido prorrogar hasta el 5 de febrero de 2026. Como hemos dicho en reiteradas ocasiones, esto se debe el Nuevo START constituye el núcleo de régimen de estabilidad estratégica y su mantenimiento forma parte del interés nacional de ambos Estados. Este acuerdo, que podemos considerar de naturaleza constitucional de la sociedad internacional, garantiza la paz y la seguridad internacionales, junto con la existencia del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y el monopolio del uso de la fuerza por parte de este órgano y, por ende, de las grandes potencias que forman el Directorio mundial. Por tanto, los desarrollos de armas estratégicas avanzadas con capacidad nuclear, incluidos los sistemas hipersónicos, se mantendrán bajo la égida del Tratado, porque Moscú y Washington así lo quieren.
Web dedicada a temas de Derecho Internacional, Relaciones Internacionales y Ciencia Política en forma de artículos y comentarios desde la comunidad de la Universidad de La Laguna (Tenerife, España). «Contemplando el centro de la Historia»
“UNIÓN EUROPEA, GRANDES POTENCIAS Y REGÍMENES DE SEGURIDAD EN UN ESCENARIO POST-COVID"
Este es el título de la comunicación presentada en las XIII Jornadas de Estudios de Seguridad organizadas por el Instituto Universitario Gutiérrez Mellado (IUGM) en Madrid, del 11 al 13 de mayo de 2021, y que este año están dedicadas a una revisión crítica de las estrategias de seguridad española y europea.
La tesis fundamental de la comunicación es que la Estrategia Global sobre Política Exterior y Seguridad de la Unión Europea (UE), aprobada el 28 de junio de 2016, apareció en un contexto de creciente deterioro institucional interno e internacional. En primer lugar, la decisión del gobierno de Londres de sacar a su país del sistema comunitario, denominado Brexit, provocó una crisis en el proyecto político europeo, cuyas consecuencias reales se verán en los próximos años. En segundo lugar, la nueva Administración presidencial de Trump en los Estados Unidos buscó revisar el desequilibrio existente en las relaciones transatlánticas heredado de la época de la Guerra Fría, régimen que no responde ya a sus intereses de seguridad actuales y, por tanto, se muestra cada vez más exigente con sus aliados, europeos y no europeos, en términos de contribución a la seguridad común. En tercer lugar, los retos que plantean las potencias competidoras del sistema internacional globalizado como Rusia, inmersa en un proceso de recuperación de espacios de influencia tradicionales y con una fuerte penetración en áreas alejadas, y la China comunista, que bajo el liderazgo del presidente Xi Jinping está resuelta a desempeñar un papel protagonista en los grandes asuntos mundiales, desarrollando una agresiva política exterior y preparando a sus Fuerzas Armadas para combatir y ganar guerras. El estallido de la crisis de la COVID-19 puso de manifiesto que la UE es una organización política que funciona en tiempos de bonanza, pero que, cuando arrecian las crisis, los Estados soberanos son las entidades que responden mejor, y de forma más contundente, a los retos de seguridad que se plantean. La existencia de intereses nacionales permite activar los recursos del poder estatal para obtener un fin y hacerlo de forma casi inmediata, o sucumbir en el intento, como enseña la historia de las Relaciones Internacionales. Esta es una cualidad de la que carecen las Organizaciones Internacionales, incluida a UE, que no es un supraestado, ni una organización política unificada y que, además, carece de dirigentes que tomen grandes decisiones, como ocurrió en épocas anteriores (particularmente durante la reunificación de Alemania y la caída del Pacto de Varsovia). La comprensión y asunción de esta realidad permitirá reconducir la organización institucional y la acción exterior de la UE. En caso de no hacerlo, continuará teniendo un papel secundario e incluso insignificante en los principales asuntos internacionales en las próximas décadas.
Las Jornadas constan de tres paneles: “I. ¿Una estrategia de política exterior y seguridad europea para un actor global?”, “II. Hacia una actualización de la Estrategia de Seguridad Nacional” y “III. Programa de Doctorado de Seguridad Internacional”. El programa está disponible aquí.
EL SUBMARINO MÁS COSTOSO DE LA MARINA RUSA ENTRÓ EN SERVICIO
El 7 de mayo de 2021 el comandante de la Marina rusa, almirante Nikolay Evmenov, presidió en los Astilleros Sevmash de Severodvinsk la ceremonia de entrega del segundo submarino nuclear lanzador de misiles de crucero (SSGN en OTAN, APK en ruso) del proyecto 885M Yasen K-561 Kazan, culminando tres años de un intenso programa de pruebas. En el acto estuvieron presentes el comandante de la Flota del Norte, almirante Alexander Moiseyev, el viceprimer ministro de la república de Tatarstán, Rustam Nigmatullin, el gobernados del oblast de Arkhangelsk, Alexander Tsybulsky, el alcalde de Severodvinsk, Igor Sukubenko, el vicepresidente de la poderosa Corporación Unificada de Construcción Naval (OCK), el almirante retirado Vladimir Korolev, el director general de Sevmash, Alexander Budnichenko, y el director general de a Oficina Central de Diseño Malakhit, Vladimir Dorofeyev. La construcción del Kazan comenzó el 24 de julio de 2009, se botó el 31 de marzo de 2017 y las pruebas de mar se iniciaron el 28 de septiembre de 2018. Hasta abril de 2021 técnicos de Sevmash e ingenieros de la Marina rusa aplicaron mejoras en la configuración exterior del casco, a los sistemas de navegación y a los equipos electrónicos con el objetivo de aumentar las características de navegación silenciosa del buque. El nuevo submarino difiere exteriormente del primer Yasen, el K-560 Severodvinsk, en una menor eslora (130 metros frente a 139,2) y en la posición más retrasada de los tubos lanzatorpedos, que deja todo el espacio del bulbo de proa para los equipos del sonar esférico IGK Irtysh-Amfora. El Kazan se imcorporará a la 11 División de Submarinos Nucleares de la Flota dwl Norte que tiene su base en la bahía de Zapadnaya en la península de Kola. Otros siete SSGN Yasen están en diferentes estados de construcción en Sevmash -el Novosibirsk está realizando las pruebas de fábrica y es probable que sea entregado este mismo año-. Son grandes submarinos nucleares multipropósito, muy costosos -de ahí su apodo de Goldenfish como comentamos en la entrada DEMASIADO CARO EL KAZAN, de noviembre de 2012- y están dotados de un potente armamento ofensivo con capacidad nuclear, que le permite ejercer misiones de disuasión subestratégica en escenarios de crisis lejanos. Por tanto, se trata de poderosos adversarios que deben ser tenidos en cuenta por las fuerzas navales de la OTAN y de otros países que eventualmente puedan ser presionados por Rusia en su política de recuperación de sus áreas de influencia.