El jueves 17 de
enero de 2019 el presidente Trump hizo público el documento largamente esperado
sobre defensa de misiles aprobado por el Secretario de Defensa en funciones
Patrick Shanahan. El nuevo documento aparece en dos versiones: una versión
extendida de 108 páginas y una ejecutiva
de 24 páginas. La versión completa se compone de un sumario, una
introducción, cinco capítulos temáticos titulados “II. El entorno de la amenaza
evolutiva”, donde se trata de las amenazas presentes y futuras al territorio nacional,
a las fuerzas militares desplegadas en el extranjero, a los socios y aliados y
los avances en capacidades antisatélite de los potenciales adversarios, “III.
Roles, política y estrategia” que trata de la defensa antimisiles de los
Estados Unidos”, “IV. Programas y Capacidades de Defensa de Misiles de los
Estados Unidos” que engloba la defensa del territorio nacional y las
denominadas defensa regionales y transregionales” y la preparación para las
amenazas e incertidumbres emergentes donde se presta especial atención a las
capacidades de defensa americanas y los desarrollos necesarios para hacer
frente a estas amenazas en el futuro incluido el eventual despliegue de armas
en el espacio, “V. Manejo y pruebas de defensa de misiles”, “VI. Trabajando con
nuestro socios y aliados”, en el que se analizan las diferentes áreas
geográficas del despliegue militar americano y la cooperación e
interoperabilidad con los aliados, y un apartado final de conclusiones. Se trata
de un programa ambicioso como dijo el presidente Trump en el acto
de presentación de la Revisión: “No aceptaré nada menos para nuestra Nación
que los sistemas de defensa de misiles más efectivos y de vanguardia”. Por tanto,
la Revisión de Defensa de Misiles 2019 es coherente con la visión de la seguridad
nacional de la Administración Trump basada en el paradigma realista y la vuelta
al enfrentamiento interestatal tal como establece la Estrategia de Seguridad
Nacional de diciembre de 2017, como hemos examinado en el blog en la entrada LA
NUEVA ESTRATEGIA DE SEGURIDAD NACIONAL Y LA POSTURA NUCLEAR DE LOS ESTADOS
UNIDOS de enero de 2018. En el documento se analizan las capacidades
de misiles de las potencias “revisionistas” según las tesis morgenthaunianas,
que son Rusia y China, y las de los llamados “Estados canallas”: Corea del Norte
e Irán, a pesar de que con los dos se está en tratos para reconducir su
estatuto nuclear con la vieja técnica de “el palo y la zanahoria”, hoy
denominada de “incentivos y sanciones”. De este modo, el texto contiene 109
referencias a Rusia, 96 a Corea del Norte, 75 a Irán y 68 a China. Conforme al
nuevo enfoque de seguridad que se fundamenta en la concepción clásica de la sociedad
internacional como escenario de confrontación interestatal, Rusia representa la
primera y más consistente amenaza para la seguridad de los Estados Unidos
debido a que “está desarrollando una nueva generación de misiles balísticos y
de crucero avanzados que respaldan su estrategia antiacceso/denegación de área
(A2/AD), destinada a derrotar a los Estados Unidos y someter la voluntad y
capacidad aliadas en crisis o conflictos regionales.”, destacando el desarrollo
y despliegue del misil de crucero 9M729 (SSC-8 en el documento, con dos referencias
en pp. VI y 18) para el sistema terrestre Iskander-M que justifica las amenazas
de retirada del Tratado INF de 1987 puesto que constituye “una amenaza
potencialmente mayor para las operaciones militares regionales de los Estados
Unidos.”; el desarrollo de “una nueva clase de misiles” hipersónicos, como el
Tsirkon, el Kinzhal o los vehículos planeadores Avangard para misiles
estratégicos, a los que se refirió el presidente Putin en el discurso
de 1 de marzo de 2018 como “invulnerables ante los sistemas de
defensa antiaérea y antimisiles, modernos y del futuro, de un enemigo
potencial” y que, en el caso de Avangard, fue probado
el 26 de diciembre de 2018 alcanzando una velocidad de más de 30.000
kilómetros por hora, lo que demuestra que es posible impactar un objetivo en
cualquier parte del mundo en menos de una hora. De estos sistemas, el Kinzhal
ya está operativo en bases aéreas del sur de Rusia, el Avangard iniciará su
despliegue este año en la División de ICBM de Dombarovsky y el Tsirkon (SS-N-33)
ha realizado pruebas con éxito a la espera de que entre en servicio en el
crucero nuclear lanzamisiles Almirante
Nakhimov en 2021 o 2022. Por ello, en el extenso documento se recogen
veintidós referencias a las armas hipersónicas, dada la relevancia que han
adquirido estos sistemas en los últimos tiempos y que vuelven a establecer, una
vez más, una ventaja casi decisiva sobre las defensas, pero que, como también
sabemos, es solo cuestión de tiempo que se desarrollen contramedidas, porque la
historia de la guerra demuestra que no
existen sistemas insuperables, solo las armas nucleares lo son, y por eso
no se ha producido un enfrentamiento nuclear desde el lanzamiento de las bombas
atómicas de Hiroshima y Nagasaki y, mientras las responsables políticos de los
Estados poseedores sigan pensando en términos racionales, esto seguirá siendo
así, a pesar de que se les califique incorrectamente de “Estados canallas”. En
La Revisión de Defensa de Misiles también se destacan las capacidades
antisatélite de los sistemas de defensa aérea rusos tanto convencionales como
nucleares: “Rusia mantiene y moderniza su sistema estratégico de defensa de
misiles desplegado alrededor de Moscú, incluyendo 68 interceptores con cargas
nucleares, y ha implementado múltiples tipos de sistemas móviles de defensa de
menor alcance por toda Rusia.” y tiene en desarrollo los sistemas A-235 Nudol
con capacidad nuclear y S-500 Prometeo de Almaz-Antey. Además de Rusia, están
los retos que representan China, por un lado, e Irán y Corea del Norte por el otro,
cada uno en su escala como quedan plasmados en la Revisión de Defensa de Misiles
de 2019, que viene a poner de manifiesto el fracaso absoluto de la política de
no proliferación de misiles balísticos que fue uno de los pilares del régimen
de estabilidad estratégica desde la Guerra Fría. Sin embargo, las primeras
partidas presupuestarias no se incluirán en el presupuesto federal hasta 2020
con lo que en ese momento se verá la seriedad de los avances que se proponen en
el nuevo documento, porque como aseveró el presidente del Comité de Servicios
Armados de la Cámara de Representantes, Adam Smith, el mismo día 17 de enero de
2019 “no es sostenible expandir todo”, en referencia a la financiación de los gigantescos
programas en curso de modernización de la triada nuclear, los nuevos aviones de
la Fuerza Aérea y el objetivo de una Armada de trescientos cincuenta y cinco
barcos, incluida una nueva flota de submarinos nucleares estratégicos, con un
presupuesto global de defensa que ascenderá finalmente en 2019 a 750.000
millones de dólares.
Estimado Luis, interesante y completo análisis de la Defensa de Misiles, su programa y desarrollo nuclear, el cual continua avanzando; sin embargo, la contingencia de seguridad global se mantiene en una lógica de "statu quo" entorno donde sistemas como el analizado no aplica o al menos así se evidencia (afortunadamente), observándose en conflictos como el de Siria, Afganistán, Irak, junto a otros 12 en desarrollo en el continente africano, y sin mencionar Crimea, Yemen, etc. En resumen, las potencias avanzan pero la seguridad global lo hace con espejo retrovisor. Un abrazo y saludos.
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