En junio de 2011 el
gobierno ruso a través de la empresa estatal de exportación de armamentos
Rosoboronexport contrató con los astilleros estatales franceses DCNS la construcción
de dos buques de asalto anfibio basados en la clase Mistral en servicio en la
Marine Nationale por un importe global de 1.200 millones de euros. Ambos buques
se han construido en los astilleros de Saint Nazaire en el norte de Francia con
los bloques de las secciones de proa fabricados en el mismo astillero y los de
popa en los astilleros estatales rusos de San Petersburgo. Las pruebas de mar y
el entrenamiento de las tripulaciones rusas se desarrollarían en las mismas
instalaciones en Francia. Según los plazos previstos el primer buque denominado
“Vladivostok” tenía que ser entregado al gobierno ruso el pasado 14 de
noviembre para una vez en los astilleros rusos de San Petersburgo proceder al
armamento del barco. Sin embargo, el gobierno francés ha estado jugando desde
hace meses con la baza de no entregar los buques debido a la implicación de
Rusia en el conflicto ucraniano, como si las potencias occidentales no hubieran
hecho exactamente lo mismo, con una injerencia descarada en la zona de
seguridad de Rusia especialmente a través de la posición beligerante de la
Alianza Atlántica –declaraciones continuas por boca del Secretario General Rasmusen- y, posteriormente, con la
imposición de sanciones económicas, financieras, industriales, tecnológicas y
de materiales de defensa por parte de la Unión Europea. Así llega el Ministro
de Defensa francés Jean-Yves Le Drian
dice el 5 de diciembre que “ante la situación actual, no haremos la entrega,
quizás nunca la hagamos y Rusia lo sabe”, y espeta que “las condiciones no se
han cumplido, aunque podrían cumplirse” (declaraciones en http://sp.ria.ru/international/20141205/163475222.html);
se refiere, claro está, no a las condiciones contractuales, sino a las
exigencias políticas que impone en cada momento en veleidoso Presidente Hollande. El mismo que declaraba
en Astaná también el 5 de diciembre: “nosotros junto con Putin, Poroshenko y
Merkel, debemos empezar a rebajar la tensión” (declaraciones en http://sp.ria.ru/international/20141205/163475756.html).
Pero, ¿cómo se va a rebajar la tensión si por un lado no cesa la intervención occidental
en el conflicto ucraniano y, por otra, los políticos europeos que gobiernan en
la Unión pretenden tratar a Rusia como si fuera un país de segunda categoría o
un Estado débil? ¿Es que estos dirigentes no han estudiado la historia de
Europa al menos del siglo XX? Y en el caso del gobierno francés es más grave si
cabe porque no entregar los barcos a Rusia lleva aparejado una indemnización por
incumplimiento de contrato de 3.000 millones de euros (según datos del jefe de
la Comisión de Asuntos Internacionales de la Duma Alexei Puskhov, recogidas en http://sp.ria.ru/international/20141126/163294048.html),
aunque también cabe que ni siquiera indemnicen… El Ministro de Asuntos
Exteriores Sergei Lavrov declaraba
el pasado 26 de noviembre que “tenemos un contrato que nos respalda y no creo
que los procedimientos legales se extiendan por mucho tiempo si es que no se
resuelve el tema del cumplimiento de las obligaciones por parte de Francia” Claro
que a última hora la solución la ha aportado el sempiterno senador de los
Estados Unidos John McCain cuando ha
declarado que “si los buques están listos, ellos (los franceses) podrían
usarlos y pagarlos ellos mismos” (declaraciones recogidas en http://sp.ria.ru/international/20141205/163490442.html).
Web dedicada a temas de Derecho Internacional, Relaciones Internacionales y Ciencia Política en forma de artículos y comentarios desde la comunidad de la Universidad de La Laguna (Tenerife, España). «Contemplando el centro de la Historia»
ABRAZO FUERTE: ALEMANIA Y FRANCIA SE PONEN DE ACUERDO PARA CONSTRUIR EL NUEVO COHETE ARIANE 6
En la entrada del mes
de noviembre titulada LA INDEPENDENCIA ESTRATÉGICA EUROPEA analizamos la política espacial común como uno de los factores
que refuerza la toma de decisiones autónomas por parte de la Unión Europea dentro del Bloque Occidental. Pero, como en otros
ámbitos, el desarrollo de una política espacial europea ha sido un proceso
complejo en el que ha habido que contemporizar con los intereses políticos,
estratégicos, industriales y tecnológicos de los Estados participantes,
especialmente los de las potencias que rigen el subsistema europeo de
seguridad. Pues bien, el pasado 15 de noviembre la Ministra de Espacio alemana
Brigitte Zypries anunció que el gobierno alemán había aceptado la propuesta francesa de construir una nueva generación
de cohetes propulsores, denominados Ariane 6. De este modo, se hacía público el
acuerdo que ponía fin a dos años de intensas negociaciones en el seno del Directorio Europeo sobre la
conveniencia o no de afrontar los riesgos tecnológicos e industriales que
implica el desarrollo de un nuevo cohete propulsor europeo. En palabras de la
Ministra Zypries el Acuerdo adoptado en Colonia “es bueno para los dos países, para los
demás Estados participantes y también para la industria”. La posición francesa
evidentemente busca potenciar la independencia europea en materia espacial y de rebote
al constructor nacional de motores de cohetes Safran; por su parte, la posición alemana
consistía en un desarrollo del cohete en servicio Ariane 5 en la versión ME,
combinado con el lanzador ligero europeo Vega y mantener la colaboración con
Rusia en cuanto al suministro de lanzadores pesados. Como no podía ser de otra
manera, el Consejo Ministerial de la Agencia Espacial Europea (ESA) refrendó el
acuerdo en la reunión de 2 de diciembre de 2014. El Programa Ariane 6 en sus
dos versiones 6.2 ligera y 6.4 pesada tendrá un coste de 4.300 millones de
euros que será asumido en un cincuenta por ciento por Francia y Alemania y el
otro cincuenta por los otros veinte países que forman la ESA más Canadá y cuyo
primer vuelo está previsto para 2020.
Para ti, que
estás hecha de la materia primigenia del universo.
RUSIA REFUERZA SU POLÍTICA DE SEGURIDAD Y DEFENSA
A
la anunciada revisión de la Doctrina
Militar de 2010 motivada por los “cambios acelerados en la situación
geopolítica” y la “aparición de nuevas amenazas de carácter militar” de la que hemos
dado cuenta en la entrada REVISIÓN DE LA DOCTRINA MILITAR DE RUSIA, el Poder Político ruso ha adoptado varias decisiones
de suma importancia. La primera es la creación a partir del 1 de diciembre de
un nuevo Distrito Militar que abarcará las regiones más allá del Círculo Polar
y el océano Ártico denominado Mando
Unido Estratégico Norte; este nuevo Mando Estratégico dispondrá de fuerzas
terrestres, aéreas y navales propias constituyéndose a partir de la fuerza de
combate de la Flota del Norte, las unidades terrestres del Grupo Táctico Único, además se contempla
la creación de dos nuevas brigadas terrestres que estarán operativas en 2016, la
construcción de trece aeródromos, un nuevo polígono de tiro, la instalación de estaciones
de radares y de puestos de mando de la Fuerza Aérea (VVS). La segunda es la activación
completa el 1 de diciembre del Consejo
de Defensa Nacional, que inició sus actividades el 1 de abril de 2014; este
Consejo se compone de tres departamento principales: el encargado del uso del
arsenal nuclear subordinado al Presidente, el de seguimiento de la situación
política y militar global y el que supervisa el funcionamiento normal de las
Fuerzas Armadas. La tercera decisión supone la ampliación del Programa Estatal de Armamentos
2011-2020 con un nuevo Programa para el período 2016-2025 que completará la renovación de todo el material militar
de las Fuerzas Armadas rusas, de este modo de forma inmediata ya en 2015 en
presupuesto de Defensa se incrementará un 32,8% hasta alcanzar los 78.148
millones de dólares, en 2016 lo hará un 5,5% y en 2017 otro 4%, esto supone que
los gastos militares alcanzarán en torno al 20% del presupuesto federal anual.
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