LA POSICION DE ESPAÑA EN EL CAMINO HACIA UNA NUEVA GUERRA IMPERIAL, ESTA VEZ EN SIRIA

En la entrada de este mes Siria 2013: Guerra de Irak v.2.0 en http://ullderechointernacional.blogspot.com.es/2013/09/siria-2013-guerra-de-irak-v-20.html dedicada a comentar las diferentes posiciones políticas de los miembros del Directorio mundial y de otros actores relevantes ante una eventual acción militar de los Estados Unidos en y contra Siria, hacíamos una breve reseña a la postura adoptada por el gobierno español. Esta no es otra que la propia de las potencias medias y los Estados débiles, aquellos que se encuentran sometidos a las directrices de las grandes potencias y cuyo margen de actuación en los grandes asuntos internacionales es prácticamente nulo. Esta posición, calificada de prudente y de abstención por la Vicepresidenta Sáenz de Santamaría (declaraciones recogidas en ABC, 30 de agosto de 2013), fue enunciada por el gobierno español en cuanto empezaron a sonar los tambores de guerra en la última semana de agosto. La declaración no contenía ninguna restricción al uso de las instalaciones militares conjuntas, en concreto las bases de Morón y Rota, de importancia estratégica para los Estados Unidos dentro de su despliegue global y, en concreto, como apoyo a la presencia permanente en Oriente Medio.
En esa posición de política exterior reactiva, carente por tanto de planificación y regida por el principio de seguir siempre al que dicta las reglas del sistema cuando se encuentran en juego intereses estratégicos, el gobierno español se sumó a la Declaración de San Petersburgo en relación con la crisis de Siria formulada por un grupo de Estados occidentales miembros del régimen de cooperación no institucionalizado que es el denominado G-20. Pues bien, el que el gobierno español haya suscrito esta Declaración en nada le compromete más allá de la posición ya expuesta por la Vicepresidenta Sáenz de Santamaría y por el Ministro de Defensa Pedro Morenés: España no se ha planteado “en ningún momento un respaldo a una acción militar concreta”. Es más, fuentes del gobierno han insistido en que esta Declaración no es nada más que un acuerdo verbal (sic), que no refleja la posición de España (sic) y que, por tanto, no es vinculante (recordemos la necesaria autorización parlamentaria con una resolución positiva del Consejo de Seguridad para poder participar en un conflicto de esta naturaleza). E insiste en que “no hay solución militar posible al terrible conflicto civil que está viviendo Siria”, de modo que la posición es clara: “España no ha comprometido en ningún momento participación española ante eventuales respuestas de naturaleza militar que pudiesen articularse”.
Por tanto, el gobierno español no ha modificado su posición política inicial en relación con el conflicto sirio tras la Declaración de San Petersburgo, que no le obliga a nada más allá de estar ahí, que al fin y al cabo es lo que interesa a la Administración Obama, obcecada en sumar nuevos miembros a la coalición ad hoc que trata de conformar para intervenir en Siria más allá del Consejo de Seguridad, único órgano de la sociedad internacional institucionalizada que puede autorizar el uso de la fuerza contra un Estado miembro. Postura que, además, se ve respaldada por la propia posición oficial de la Unión Europea y de la misma Alemania.

Conferencia de prensa del Presidente Rajoy en la Reunión del G-20 en San Petersburgo el 6 de septiembre de 2013: http://www.lamoncloa.gob.es/Presidente/Intervenciones/ConferenciasdePrensa/2013/prrp20130906.htm
Véase el contenido de la Nota de prensa del gobierno sobre la reunión del Ministro de Defensa Morenés con el Secretario de Defensa Hagel en Washington el 7 de septiembre de 2013: http://www.lamoncloa.gob.es/ServiciosdePrensa/NotasPrensa/MDE/2013/07092013MorenesEEUU.htm Más información en la web del Ministerio de Defensa: http://www.defensa.gob.es/gabinete/notasPrensa/2013/09/DGC-130907-encuentro--morenes-hagel.html

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