Por aplicación del nuevo Tratado START, en vigor desde el 5 de febrero de 2011, las delegaciones americanas y rusas celebraron una nueva reunión informativa en la que actualizaron los datos sobre las fuerzas nucleares estratégicas en servicio en el mes de septiembre de 2011. Así, los Estados Unidos disponen de 1.043 lanzadores, con 822 operacionales, y 1.790 ojivas nucleares. Por su parte, Rusia mantiene 871 vectores de lanzamiento con 516 operacionales y 1.566 ojivas nucleares. Respecto a los datos informados en febrero de 2011, fecha de entrada en vigor del Tratado, Rusia ha aumentado en 29 cabezas nucleares, con lo que supera las previsiones establecidas pero que se deben cumplir en un plazo de 7 años desde la aplicación del nuevo Tratado. En todo caso, en los próximos años se tienen que dar de baja un número importante de cohetes que habrán alcanzado el final de su vida operacional, al mismo tiempo que están entrando en servicio nuevas unidades del nuevo RS-24 Yars (dos regimientos desplegados en 2011 con 18 cohetes).
Más información disponible en http://www.state.gov/t/avc/rls/175945.htm
Web dedicada a temas de Derecho Internacional, Relaciones Internacionales y Ciencia Política en forma de artículos y comentarios desde la comunidad de la Universidad de La Laguna (Tenerife, España). «Contemplando el centro de la Historia»
NUEVAS REALIDADES ESTRATÉGICAS: COHETES RUSOS Y SATELITES EUROPEOS
Después de retrasarse 24 horas por problemas técnicos, el día 21 de octubre se ha efectuado el lanzamiento del primer cohete ruso Soyuz ST desde Sinnamary, en la base francesa de Kourou (Guayana, Sudamérica). El cohete ruso portaba en su interior y colocó en órbita dos satélites del sistema europeo de navegación y posicionamiento Galileo, que comenzará a funcionar en 2014 y con todas sus potencialidades en 2020 cuando alcance una constelación de 30 satélites en órbita.
La iniciativa de construir una base de lanzamiento de cohetes rusos en la Guayana partió de la Agencia Europea del Espacio (ESA). Para el Director General de la ESA, Jean-Jacques Dordain, en unas declaraciones de enero de 2010 alcanzar esta alianza "acrecienta el peso internacional de Europa, refuerza la alianza espacial ruso-europea y supone un notable incremento de la cuota de mercado europea" (cit. en Tiempo, 29 de enero de 2010). Desde el principios el proyecto contó con el respaldo político de París y el apoyo político y financiero de la Unión Europea. La construcción de la base de lanzamiento de Sinnamary ha tardado seis años con un coste de casi 350 millones de euros (con una contribución española del 3,26%), si bien la cuota de mercado estimada ronda los 141.000 millones de euros durante esta década.
Para Rusia, este acuerdo representa mucho más que una mera alianza comercial, pues dispondrá de la flexibilidad para lanzar cargas más pesadas al espacio con los mismos cohetes que emplea hasta ahora desde las estepas de Kazajastán.
Sobre el lanzamiento: http://sp.rian.ru/science_technology_space/20111021/151222046.html
http://www.infoespacial.com/?noticia=lanzamiento-exitoso-de-los-dos-primeros-satelites-galileo&categoria=europa-cat
Sobre el retraso en el lanzamiento previsto para el día 20 de octubre: http://www.abc.es/20111020/ciencia/abci-lanzamiento-satelites-galileo-aplazado-201110201206.html).
Fuente: Reuters.
La iniciativa de construir una base de lanzamiento de cohetes rusos en la Guayana partió de la Agencia Europea del Espacio (ESA). Para el Director General de la ESA, Jean-Jacques Dordain, en unas declaraciones de enero de 2010 alcanzar esta alianza "acrecienta el peso internacional de Europa, refuerza la alianza espacial ruso-europea y supone un notable incremento de la cuota de mercado europea" (cit. en Tiempo, 29 de enero de 2010). Desde el principios el proyecto contó con el respaldo político de París y el apoyo político y financiero de la Unión Europea. La construcción de la base de lanzamiento de Sinnamary ha tardado seis años con un coste de casi 350 millones de euros (con una contribución española del 3,26%), si bien la cuota de mercado estimada ronda los 141.000 millones de euros durante esta década.
Para Rusia, este acuerdo representa mucho más que una mera alianza comercial, pues dispondrá de la flexibilidad para lanzar cargas más pesadas al espacio con los mismos cohetes que emplea hasta ahora desde las estepas de Kazajastán.
Sobre el lanzamiento: http://sp.rian.ru/science_technology_space/20111021/151222046.html
http://www.infoespacial.com/?noticia=lanzamiento-exitoso-de-los-dos-primeros-satelites-galileo&categoria=europa-cat
Sobre el retraso en el lanzamiento previsto para el día 20 de octubre: http://www.abc.es/20111020/ciencia/abci-lanzamiento-satelites-galileo-aplazado-201110201206.html).
Fuente: Reuters.
DEMASIADOS "PÁJAROS" VOLANDO AL MISMO TIEMPO
Las Fuerzas Nucleares Estratégicas de Rusia han llevado a cabo en los últimos días una serie de pruebas de armas nucleares que no han dejado indiferentes a los analistas de seguridad occidentales y que ponen de manifiesto hasta qué punto se está acelerando la nueva carrera de armamentos a escala global, carrera que no implica en sí misma un incremento cualitativo de las armas disponibles sino una expansión en las capacidades operativas de sistemas actualmente vigentes o la sustitución por sistemas más avanzados. Así, el pasado 28 de septiembre fuentes del Ministerio de Defensa ruso indicaron que en el polígono de cohetes de Plesetsk había tenido lugar la explosión en una prueba de lanzamiento de un cohete RS-24 con el que se ensayaba una nueva ojiva de reentrada múltiple (http://sp.rian.ru/Defensa/20110928/150848091.html). Precisamente, dos días antes, el comandante de las Fuerzas Coheteriles Estratégicas, general Sergei Karakaev, hizo público que a final de año estará operativo el segundo regimiento equipado con ICBM móviles RS-24 Yars con base en la provincia de Ivánovo, en la Rusia europea (http://sp.rian.ru/Defensa/20110926/150813638.html). El primer regimiento dotado con los nuevos ICBM móviles entró en servicio en marzo de 2011. El nuevo cohete estratégico RS-24 es un desarrollo del RS-12M2 Topol-M dotado de ojivas de reentrada múltiples y guiado individual, y ambos cohetes constituirán el núcleo de las Tropas Coheteriles Estratégicas al final de la década. Un día después de la prueba anterior, el SSBN K-114 Tula, perteneciente a la Flota del Norte, realizó el disparo con éxito del nuevo cohete Lainer, último desarrollo de la prolífica familia R-29R/RM/RMU/RMU2 Sinevá. Después del lanzamiento en el Mar de Barents el cohete ejecutó su trayectoria balística impactando las ojivas en el poligono militar de Kura en la península de Kamchatka, Extremo Oriente ruso (información oficial de la Armada rusa en http://rusnavy.com/news/navy/index.php?ELEMENT_ID=13197). El primer lanzamiento de este cohete se realizó el pasado mes de mayo desde el el SSBN K-84 Ekaterinburg, aunque inicialmente se informó del disparo programado de un cohete R-29RM (http://russianforces.org/blog/2011/05/another_sineva_launch_form_eka.shtml). La introducción de un nuevo cohete balístico de combustible líquido (SLBM) pone de manifiesto la decisión de los responsables de la Armada rusa de extender la vida operativa de los SSBN de la clase 667BDRM diez años más de lo previsto inicialmente. Los retrasos en la entrada en servicio del nuevo SSBN 955 Borei exigen la permanencia en las Fuerzas Estratégicas de los 667BDRM hasta mediados de la próxima década y, en consecuencia, es preciso equiparlos con cohetes a la altura de las exigencias de la defensa nacional. En paralelo, entre los días 21 y 26 de septiembre, bombarderos Tu-160 y Tu-95MS realizaron cinco lanzamientos de misiles de crucero en los polígonos de Kura y Pemboi, en el Extremo Oriente ruso, pruebas que se enmarcan en el programa de entrenamiento ordinario de las Fuerzas Aéreas Estratégicas, según informó el Ministerio de Defensa (http://sp.rian.ru/Defensa/20110926/150812367.html).
LA FLEXIBILIDAD DE LA POLÍTICA DE NEUTRALIDAD SUECA: LA IMPLICACIÓN EN LA GUERRA DE LIBIA
Durante la Guerra Fría algunos Estados europeos mantuvieron o establecieron políticas de neutralidad con la esperanza de no verse envueltos en un eventual conflicto bélico entre los dos grandes bloques político-militares del período, este fue el caso de Austria, Irlanda y Suecia. La integración en la Unión Europea de estos Estados no supuso cambios sustanciales en estas políticas en tanto no existía una comunitarización de la defensa europea (tampoco de un adversario creíble, al menos de la magnitud de la Unión Soviética en la etapa anterior). Pero esta cuestión complicó las negociaciones del Tratado de Lisboa, en concreto, en todo lo relacionado con la introducción de la cláusula de defensa colectiva del extinto Tratado de Bruselas de 1948. Al final, la entrada en vigor del Tratado del Lisboa el 1 de diciembre de 2009 ha clarificado la situación: Irlanda mantiene su política de neutralidad mediante un acuerdo político general regulado por una Decisión de los Jefes de Estado y de gobierno de la UE aprobada en el Consejo Europeo de Bruselas de junio de 2009. Por su parte, Suecia y Austria, hasta ahora neutrales declarados, uno mediante actos unilaterales y el otro constitucionalmente (forzada por el Tratado de Moscú de 1955), aceptan las obligaciones que les impone el artículo 42.7 del Tratado de la UE en caso de agresión armada contra un Estado miembro, por lo que cesan voluntariamente en el ejercicio de su política de neutralidad. Este cambio de estatuto tiene implicaciones políticas de alcance para ambos países. En concreto, Suecia, debido a la no juridicidad de su estatuto de neutralidad, ha podido y puede hacer con su política exterior lo que mejor convenga a sus intereses nacionales, por eso se abstuvo de hacer reserva alguna al artículo 42.7 del Tratado de la UE, y jurídicamente puede hacer lo que el Consejo de Seguridad le ordene, en su caso. Así, Suecia es miembro de la Asociación para la Paz de la Alianza Atlántica desde 1994, participa en la ISAF en Afganistán con 500 soldados desde 2001 (enlace) y ha participado en las misiones internacionales en Bosnia-Herzegovina y Kosovo (enlace).
En el conflicto libio, a diferencia de otros países como España, que ofrecieron aviones y bases desde el primer momento, el gobierno sueco de la mano de su Ministro de Asuntos Exteriores Carl Bilt adoptó una posición distante y prefirió esperar la petición formal de participación de la Alianza Atlántica para solicitar el permiso al Parlamento para enviar tropas a la zona conforme a la previsto en la Resolución 1973 del Consejo de Seguridad. El Parlamento autorizó el 1 de abril de 2011 por 240 votos a favor, cinco abstenciones y 18 votos en contra (los parlamentarios del Partido Demócrata y los del Partido de la Izquierda se opusieron a esta prórroga), la participación de fuerzas militares en la Operación "Protector Unificado", la campaña militar de las potencias occidentales en Libia.
La Fuerza Aérea sueca organizó la fuerza operativa FL 01 como parte de la contribución del Nordic Battle Group de la UE, compuesta por 8 aviones de combate JAS-39 Gripen y un avión de reportaje en vuelo C-130 Hércules y 130 efectivos, y que operaría desde bases en el sur de Italia (enlace). Hay que recordar que la Fuerza Aérea sueca no ha participado en operaciones en el extranjero desde la Misión de las Naciones Unidas en el Congo (1961-1963) (enlace). El cometido de los cazas suecos se limita a vigilancia de la zona de exclusión aérea, reconocimiento aéreo, escolta de bombarderos y aviones de reabastecimiento, descartando de antemano ataques a posiciones libias. Los cinco primeros aviones volaron el 3 de abril de 2011 desde la base aérea de Ronneby a Sigonella en Italia, tras hacer escala en Hungría para repostar combustible (enlace). Pese a que los responsables políticos suecos aseguraron que los aviones desplegados eran interoperables con los de otros países de la OTAN (enlace), inicialmente se plantearon problemas con el combustible disponible (los Gripen emplean Fuel Jet A-1 convencional en lugar del nuevo combustible JP5 usado por el resto de aviones de la OTAN, enlace). Desde entonces, la fuerza FL 01 ha operado con normalidad en las operaciones encomendadas, incluidas las misiones de reconocimiento aéreo.
Debido a la duración del conflicto, el gobierno sueco decidió solicitar al Parlamento renovar la autorización que expiraba el 22 de junio, que se aprobó el 17 de junio por 230 votos a favor, 18 en contra y 20 abstenciones, pero con una reducción en el número de aviones de combate a cinco y disponiendo un contingente embarcado en navíos de guerra británicos. En aplicación de la decisión parlamentaria la fuerza operativa FL01 fue sustituida por la fuerza FL 02 con personal del Ala 21 de Lulea que opera actualmente sobre el espacio aéreo mediterráneo (enlace).
Por tanto, en la Guerra de Libia Suecia decidió aliarse con determinados Estados para intervenir con uso limitado de la fuerza en la consecución de los objetivos que marcan algunos Estados miembros de una alianza militar (la Alianza Atlántica), que actúan con la autorización del Consejo de Seguridad de la ONU, e indudablemente porque sus intereses nacionales así se lo dictan: a estos efectos la doble votación parlamentaria es más elocuente que ninguna declaración del gobierno sueco.
Sobre la problemática de la cláusula de defensa colectiva en el Tratado de la UE, véase: PEREZ GIL, L.: «Análisis jurídico-político de la inclusión de la cláusula de defensa colectiva en el artículo 42.7 del Tratado de la Unión Europea», El desarrollo del Tratado de Lisboa: un balance de la Presidencia española. Colección Escuela Diplomática núm. 17. Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación. Madrid, 2011, pp. 431-440; Rubio García, D.: Las cláusulas de asistencia mutua y solidaridad introducidas en el Tratado de Lisboa: el refuerzo de la seguridad y la defensa en la Unión Europea. Fundación Alternativas/Ministerio de Defensa. Documento de Trabajo 57/2011. Madrid, 2011. Debate que ya se planteó durante la elaboración del Tratado Constitucional: BERMEJO GARCIA, R.: «La cláusula de defensa mutua: ¿un paso adelante hacia una auténtica política de seguridad y defensa», La política de seguridad y defensa en el Tratado Constitucional (Ramón Chornet ed.). Tirant lo Blanch/Instituto Universitario «Gutiérrez Mellado». Valencia, 2005, pp. 71-94; RAMON CHORNET, C.: «La cláusula de solidaridad frente al terrorismo, en el Tratado Constitucional de la UE», La política de seguridad y defensa en el Tratado Constitucional (Ramón Chornet ed.). Tirant lo Blanch/Instituto Universitario «Gutiérrez Mellado». Valencia, 2005, pp. 113-133.
Sobre la adaptación de la flota de JAS39 Gripen a las experiencias obtenidas en la Guerra de Libia, véase Degraef, S. y Borremans, E.: "´Les Gripens suédoris en alerte", Air Combat núm. 12, mayo/junio de 2015, pp. 58-65.
En el conflicto libio, a diferencia de otros países como España, que ofrecieron aviones y bases desde el primer momento, el gobierno sueco de la mano de su Ministro de Asuntos Exteriores Carl Bilt adoptó una posición distante y prefirió esperar la petición formal de participación de la Alianza Atlántica para solicitar el permiso al Parlamento para enviar tropas a la zona conforme a la previsto en la Resolución 1973 del Consejo de Seguridad. El Parlamento autorizó el 1 de abril de 2011 por 240 votos a favor, cinco abstenciones y 18 votos en contra (los parlamentarios del Partido Demócrata y los del Partido de la Izquierda se opusieron a esta prórroga), la participación de fuerzas militares en la Operación "Protector Unificado", la campaña militar de las potencias occidentales en Libia.
La Fuerza Aérea sueca organizó la fuerza operativa FL 01 como parte de la contribución del Nordic Battle Group de la UE, compuesta por 8 aviones de combate JAS-39 Gripen y un avión de reportaje en vuelo C-130 Hércules y 130 efectivos, y que operaría desde bases en el sur de Italia (enlace). Hay que recordar que la Fuerza Aérea sueca no ha participado en operaciones en el extranjero desde la Misión de las Naciones Unidas en el Congo (1961-1963) (enlace). El cometido de los cazas suecos se limita a vigilancia de la zona de exclusión aérea, reconocimiento aéreo, escolta de bombarderos y aviones de reabastecimiento, descartando de antemano ataques a posiciones libias. Los cinco primeros aviones volaron el 3 de abril de 2011 desde la base aérea de Ronneby a Sigonella en Italia, tras hacer escala en Hungría para repostar combustible (enlace). Pese a que los responsables políticos suecos aseguraron que los aviones desplegados eran interoperables con los de otros países de la OTAN (enlace), inicialmente se plantearon problemas con el combustible disponible (los Gripen emplean Fuel Jet A-1 convencional en lugar del nuevo combustible JP5 usado por el resto de aviones de la OTAN, enlace). Desde entonces, la fuerza FL 01 ha operado con normalidad en las operaciones encomendadas, incluidas las misiones de reconocimiento aéreo.
Debido a la duración del conflicto, el gobierno sueco decidió solicitar al Parlamento renovar la autorización que expiraba el 22 de junio, que se aprobó el 17 de junio por 230 votos a favor, 18 en contra y 20 abstenciones, pero con una reducción en el número de aviones de combate a cinco y disponiendo un contingente embarcado en navíos de guerra británicos. En aplicación de la decisión parlamentaria la fuerza operativa FL01 fue sustituida por la fuerza FL 02 con personal del Ala 21 de Lulea que opera actualmente sobre el espacio aéreo mediterráneo (enlace).
Por tanto, en la Guerra de Libia Suecia decidió aliarse con determinados Estados para intervenir con uso limitado de la fuerza en la consecución de los objetivos que marcan algunos Estados miembros de una alianza militar (la Alianza Atlántica), que actúan con la autorización del Consejo de Seguridad de la ONU, e indudablemente porque sus intereses nacionales así se lo dictan: a estos efectos la doble votación parlamentaria es más elocuente que ninguna declaración del gobierno sueco.
Sobre la problemática de la cláusula de defensa colectiva en el Tratado de la UE, véase: PEREZ GIL, L.: «Análisis jurídico-político de la inclusión de la cláusula de defensa colectiva en el artículo 42.7 del Tratado de la Unión Europea», El desarrollo del Tratado de Lisboa: un balance de la Presidencia española. Colección Escuela Diplomática núm. 17. Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación. Madrid, 2011, pp. 431-440; Rubio García, D.: Las cláusulas de asistencia mutua y solidaridad introducidas en el Tratado de Lisboa: el refuerzo de la seguridad y la defensa en la Unión Europea. Fundación Alternativas/Ministerio de Defensa. Documento de Trabajo 57/2011. Madrid, 2011. Debate que ya se planteó durante la elaboración del Tratado Constitucional: BERMEJO GARCIA, R.: «La cláusula de defensa mutua: ¿un paso adelante hacia una auténtica política de seguridad y defensa», La política de seguridad y defensa en el Tratado Constitucional (Ramón Chornet ed.). Tirant lo Blanch/Instituto Universitario «Gutiérrez Mellado». Valencia, 2005, pp. 71-94; RAMON CHORNET, C.: «La cláusula de solidaridad frente al terrorismo, en el Tratado Constitucional de la UE», La política de seguridad y defensa en el Tratado Constitucional (Ramón Chornet ed.). Tirant lo Blanch/Instituto Universitario «Gutiérrez Mellado». Valencia, 2005, pp. 113-133.
Sobre la adaptación de la flota de JAS39 Gripen a las experiencias obtenidas en la Guerra de Libia, véase Degraef, S. y Borremans, E.: "´Les Gripens suédoris en alerte", Air Combat núm. 12, mayo/junio de 2015, pp. 58-65.