MOSTRANDO EL PODERÍO ABSOLUTO DE LAS ARMAS NUCLEARES


El 22 de mayo de 2018 el submarino nuclear portamisiles del proyecto 955 Yury Dolgoruky, perteneciente a la Flota del Norte, llevó a cabo el lanzamiento en salva de cuatro cohetes estratégicos embarcados (SLBM) R-30 Bulavá en inmersión a cuarenta y cinco metros de profundidad en el mar Blanco. Después de ejecutar exitosamente la trayectoria de vuelo programada de 5.700 kilómetros las ojivas inertes impactaron en el polígono de Kura, en la península de Kamchatka, Extremo Oriente ruso. Este es el cuarto lanzamiento en salva de SLBM Bulavá –que ya suma treinta y dos lanzamientos- y el tercero llevado a cabo por el submarino nuclear Yury Dolgoruky. El SLBM Bulavá es un cohete estratégico de combustible sólido de doce metros de largo, casi treinta y siete toneladas de peso y alcance de más de 8.000 mil kilómetros con sistema de guía astroinercial con posicionamiento global por satélite Glonass desarrollado por el Instituto de Tecnología Térmica de Moscú con capacidad para transportar seis ojivas nucleares MIRV de 100 a 150 kilotones y señuelos destinado a equipar a la nueva clase de submarinos nucleares portamisiles de la clase Borei(dieciséis cohetes por submarino)  que está entrando en servicio en las Fuerzas Submarinas Estratégicas de la Armada rusa. Esto supone que un solo submarino nuclear Borei transporta –y está en disposición de lanzar- cohetes con la potencia destructiva de ochocientas bombas atómicas como la que se arrojó sobre la ciudad de Hiroshima el 6 de agosto de 1945. Sin embargo, la fortaleza de las armas nucleares estratégicas reside en que su uso es imposible, porque si llegarán a emplearse en una guerra a gran escala sería la destrucción inevitable y para siempre de la civilización humana tal como la conocemos.   

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